Las 15 conclusiones que deja el debate para Alcaldía y Gobernación

Conclusiones 1

Ganó el empute

La lectura de libros, la elección anómala de una contralora, el desplome del edificio Portal de Blas de Lezo 2, el alcalde Manolo Duque y varios concejales presos, la elección de Quinto Guerra inhabilitado, y muchas perlas del mismo tenor terminaron por emputar de tal manera a Cartagena que el electorado optó por elegir a William Dau Chamat.

Una masa inconforme y protestante que cosechó más de 113 mil votos. El empute puede considerarse mucho mayor si sumamos los casi 61 mil votos en blanco. Eso suma casi 175 mil votos emputados.

Es un mensaje claro y contundente para el estamento político, donde deben recordar la famosa frase de Fabio Valencia Cossio cuando juramentó a Andrés Pastrana como presidente de la República: “O cambiamos, o nos cambian”. En Cartagena no cambiaron, así que los cambiaron.

 

Conclusiones 2

Dau: elegido por un diagnóstico

Una sólida votación catapultó a William Dau a la Alcaldía de Cartagena, enarbolando la lucha contra la corrupción. Ese fue su diagnóstico. Como cuando usted tiene muchos dolores, lo tratan varios médicos sin determinar qué padece, hasta que llega uno y da con el diagnóstico: usted tiene corrupción aguda. Ahora vendrá la medicación y el tratamiento. Ese es el problema: nunca dijo cómo.

 

Conclusiones 3

Un salto al vacío

Si William Dau fuese conductor de taxi y usted le dice: lléveme a la calle de la Lengua, al Mirador de Zaragocilla, a isla de León, a la Loma del Marión, a los Tres Postes o a la calle Tripita y Media, tenga seguridad que no arranca. No conoce a Cartagena.

Nadie sabe qué hará el POT, la salud, la educación, la cultura, el deporte, la hacienda distrital, la reforma administrativa, el turismo, los sectores productivos, el traslado de Bazurto, la protección costera, los drenajes pluviales, y muchos etcéteras. Nadie sabe nada. Nadie sabe cómo enfrentará la protesta diaria de los estudiantes por los colegios que están por caerse; la de los pescadores que ven en riego su actividad por el canal del Varadero; la de los vendedores ambulantes o de los mototaxistas; nadie sabe nada. Lo único que se sabe es el sirirí: “Acabaremos con la corrupción”.

Pero eso es lo que Cartagena quiso. Ante la corrupción, cualquiera que ofreciera desterrarla ganaba. Y ganó.

La gente quiso darle una patada a los políticos, a los malandrines, y se cansó de la robadera. Lo que sea que venga será mejor, dirán. Pero es un salto al vacío. No sabemos si saltamos desde una mesa al piso o desde el último piso del edificio más alto de Cartagena. Pero es un salto al vacío. No importa. Lo importante era darle un zapatazo a los políticos.

 

Conclusiones 4

¿Fin del ciclo?

Tanto William García Tirado como Yolanda Wong llevan dos aspiraciones consecutivas fallidas. ¿Podrán levantarse y volver a intentarlo?

García Tirado debió unirse a Manolo Duque luego que sus firmas avaladas no alcanzaron el mínimo. Wong aspiró a la Gobernación de Bolívar. De esas derrotas han pasado cuatro años, y ahora llega esta.

A García no le alcanzó el favoritismo de tantos meses, y ahora tiene el consuelo de ocupar una curul en el Concejo. Yolanda quedó con la cuarta votación, detrás de Dau, García y el voto en blanco. No tiene consuelo.

A ambos les cobraron pertenecer a la clase política, y a ambos les afectó negativamente el ruido de investigaciones en Procuraduría o Fiscalía. Lo de la presunta inhabilidad frenó el impulso de la candidatura de Wong y la sacó de órbita. Tengan asidero o no, lo cierto es que ese ruido hace un daño terrible por tratarse de Cartagena y de todo lo que ha pasado.

¿Tendrán una tercera oportunidad? Por lo pronto, a descansar, evaluar y más adelante verán cómo se reinventan.

 

Conclusiones 5

Voto en blanco pegó en el palo

Casi hace gol. La protesta que representa el voto en blanco obtuvo amplia votación: con casi 200 mil para Gobernación de Bolívar, le ganó a Hernando Padauí, quien tiene derecho a ser diputado.

Para la Alcaldía de Cartagena obtuvo casi 61 mil votos, y le ganó a Yolanda Wong.

Consideración especial tiene esta cifra: en Cartagena, el voto en blanco derrotó a Blel: poco más de 145 mil votos contra 122 mil del candidato conservador. ¡Ojo!

En la Asamblea Departamental hubo más de 138 mil votos por esta opción, y alrededor de 45 mil para el Concejo de Cartagena.

Son votos de carne y hueso, que no llegan en taxis contratados ni nadie ofrece dádiva alguna por ellos. Son una expresión que nuestra democracia debe escuchar, y tanto el gobernador Blel como el alcalde Dau deben tener presente.

 

Conclusiones 6

Encuestas pifiadas

Derrota absoluta para las firmas encuestadoras. No le pegaron al resultado. Ni William García ganó con tanta ventaja, ni William Dau perdió con tanta holgura. Fue al revés de lo que dijeron; ganó Dau y perdió García. ¿Se les puede volver a creer? Difícil. O utilizaron un erróneo método de captura de datos, o las entrevistas fueron mal hechas, o las preguntas mal formuladas, o los resultados mal tabulados, o no siguieron cánones técnicos, o quién sabe qué, pero se pifiaron.

 

Conclusiones 7

Vicentico: a pararse firme

El triunfo de Vicente Blel Scaff no tiene discusión, ni tampoco es sorpresa. El único momento de verdadero desafío fue la revelación de audios que comprometió a su padre. Hizo una magistral pieza de comunicación política y mostró temple.

Para los cuatro años de gobierno eso es lo que deberá tener, mucho temple para conformar un gabinete ejemplar, hacer un plan de desarrollo ambicioso aunque aterrizado, y sobre todo, actuar con absoluta transparencia. Estará siempre en el ojo del huracán, con gente ansiosa de destronarlo o, por lo menos, hacerle difícil la vida. El procurador Carrillo, los medios de Bogotá que lo tienen etiquetado y la masa que votó en blanco estarán atentos a la más mínima cosa. Tiene que pararse firme y gobernar con temple de acero.

 

Conclusiones 8

Padauí apostó todo y perdió todo

No le salió la tacada a tres bandas a Nando Padauí. Hace dos años hizo campaña de reelección a Cámara de Representantes, con todos los compromisos que ello supone, y dejó la curul –y a sus lectores botados- a los tres meses para lanzarse a la aventura de ser candidato a la Gobernación. Buscó aglutinar a los jefes políticos pero no pudo, y quien si convenció fue Vicentico Blel. Buscó lo mismo y perdió. Al salir, tiró la puerta diciendo que sería “libre para gobernar” y advertir que a Bolívar lo iban a “secuestrar”. Y quién les saca de la cabeza a los jefes la idea que tuvo algo que ver con los audios de la W que estremecieron la política doméstica hace un mes… Después de ser uno de los congresistas más influyentes en Bogotá por tres periodos, de ser considerado jefe político…quedó muy reducido.

 

Conclusiones 9

Unión: pura mamadera de gallo

Un monumento a la mamadera de gallo fueron los fallidos procesos de unidad de candidaturas autoproclamadas “alternativas”.

En lo único en que se identificaban era en el gigantesco ego de cada cual, y una voluntad indeclinable de no dar el brazo a torcer: el yo por encima de todo.

El mensaje se diluyó y la indecisión les pasó factura. A pique.

 

Conclusiones 10

Los que cumplieron con defraudar

Se sabía que iban a defraudar y lo cumplieron con lujo de detalles. Son los candidatos de relativa estatura política, cuyos resultados explican sus plataformas.

De Rosmery Torres se supo en dos ocasiones; cuando se inscribió por las Farc y ahora que se leen los resultados.

Claudia Fadul volvió a aspirar, sin aprender lecciones. Dos videos con Sergio Fajardo y asistir a uno que otro debate no es la idea de una campaña moderna.

Germán Viana cumplió con ser cliente de café de centro comercial, de esos que se pagan un tinto a las 8 de la mañana, y una botella de agua a las 11, mientras han desfilado sus citas por el local. El resultado se ve en las urnas, y la credibilidad es de ese tamaño.

Minerva Romero hizo una campaña sin esfuerzos, sin afanes, sin preocupaciones, y terminó casi sin votos.

Adelina Covo cayó en paracaídas al petrismo, se ufanó de ser jefa, se hizo ungir candidata, y pasó lo que tenía que pasar: no pegó ni en el petrismo ni en la ciudad, y se fue indignadísima porque nadie le paró bolas a sus llamados de unión. Prefirió irse con el voto en blanco que con Dau… ¿Será que si se iba con Dau, ganaba el voto en blanco?

Armando Córdoba lleva dos strikes con swing tirándole. Esta vez cacareó hasta obtener el aval de un partido atomizado, cuya militancia en Cartagena poco cariño le tiene, y para corresponderles atenciones les dejó la candidatura tirada, sin consultar con nadie, para irse con Dau. Difícil, difícil, que vuelva a ser candidato verde a la Alcaldía… de pronto en el petrismo lo reciben.

Wilman Herrera se equivocó al pensar que sus batallas jurídicas eran manantiales de votos.

 

Conclusiones 11

Nabil no va más

A Nabil hay que creerle cuando dice que esta era su primera y única aspiración a la Alcaldía. Muy pocos votos (seis mil) comparados con dos años de intenso protagonismo en la programación de su Canal Cartagena. Su mensaje no caló y su candidatura se diluyó con la proximidad del debate. Era difícil creerle que todo un Báladi Gedeón, de 1.95 de estatura, era de la izquierda del Polo Democrático, pero hay que reconocerle que hizo una campaña con propuestas, seria y con buena fe. Simplemente no pegó.

 

Conclusiones 12

Coco rallado

Interesante, contemporánea, juvenil e innovadora venía desarrollándose la campaña de Jaime Hernández Amín… “Usemos el coco” fue una muy buena frase de campaña para aludir a las diferentes temáticas programáticas… pero… pero… no creció.

El sello de la independencia se vio comprometido cuando comenzó a juguetear con la mamadera de gallo de la unidad… la foto con Fajardo lo perjudicó… y luego se desgató con Dau y Córdoba… pudo ser mejor pero los casi 9 mil votos obtenidos son de carne y hueso y pueden ser la cuota inicial de una segunda candidatura.

 

Conclusiones 13

No hubo fe en Fernando

Su formación y trayectoria le asignaron alta estatura política para ser alcalde, pero esa talla no le alcanzó como candidato. No se alinearon las estrellas para una candidatura que en el papel prometía más fortaleza. El “parampampán” del Centro Democrático para ungirlo tras un proceso con cuatro “gatos”, le restó autenticidad. En comunicaciones tuvo inestabilidad. El sambenito de Chambacú y la infamia del inventado “autosecuestro” mermaron sus posibilidades.

 

Conclusiones 14

Se jodió esta vez

Los bandidos se van a joder. Eso es lo que quiso el electorado, pero el beneficiado no fue Sergio Londoño.

Buena campaña publicitaria, con buen programa, pero en la recta final perdió nitidez visual al centrarse en pelear contra William García Tirado y clamar, con cierto tono de lloriqueo, que los medios de Bogotá le hicieran el debate. Pudo ser mejor. Ocupó una digna cuarta posición, con más de 20 mil votos ganados a pulso. Al igual que Hernández Amín, excelente base para un segundo intento.

 

Conclusiones 15

A buscar con quién

Dau era un solitario hasta que llegaron 113 mil cartageneros a acompañarlo. Ahora tiene tres meses para conformar el gobierno y buscar con quién. Es decir, políticamente se abre todo un espacio para sectores independientes, y no faltarán los lobos con piel de oveja para inmiscuirse. Veremos a los Gremios ofreciendo su apoyo técnico, a la academia ausente como siempre, y a una ciudadanía deseosa que le vaya bien tanto en la gestión como en la conformación del equipo.