El sentido común ocupó un sitial de honor en el reversazo de la Administración distrital, que debió acoger el sentir de las fritangueras y renunciar a llevar el Festival del Frito al Centro de Convenciones, dejándolo donde ha estado por años de tradición: en el parque de las Botas Viejas.
El mal criterio de la nueva directora del IPCC, Saia Vergara, le significó otra «retractación» al Alcalde Dau, quien debió atender a las fritangueras en protesta, quienes también acudieron en masa al recinto del Concejo para pedir apoyo en su exigencia para que la rectificación de la decisión.
Entre las condiciones que tendrá la realización del evento en las Botas Viejas y que las fritangueras aceptaron, es que por motivos de seguridad no puede haber más de 600 personas simultáneamente en el lugar, además se controlará con rigor que no haya venta ni consumo de licor, dado el ambiente familiar que caracteriza a este Festival.
Adicionalmente, se contará con una programación alterna en el Parqueadero del Castillo de San Felipe que incluirá eventos culturales y académicos en torno al papel de las matronas y su importancia en la tradición oral y cultural de la ciudad.
Las fritangueras y los fritangueros se comprometieron a que el próximo año, previa concertación con el IPCC, se buscará otro sitio más amplio dónde realizar el Festival.