Dejémonos de pendejadas – Opinión de Andrés Betancourt

Por Andres Betancourt Gonzalez (Especial para Revista Zetta 20 años).-  En medio del dilema social y político que ha suscitado la pandemia del coronavirus sobre la salud, la vida y la economía es importante superarlo dentro del contexto de las realidades sociales; por lo tanto debemos concebir  salvar vidas para salvar la economía y terminar de una vez por todas el debate.

Parafraseando al alcalde Dau que hizo un elocuente pronunciamiento a los ciudadanos que no cumplen la medida de aislamiento. El llamado también se le debe hacer a los mandatarios que no están acatando las responsabilidades que les corresponde cómo gobernantes; entonces dejémonos de pendejadas, es el momento de la inversión pública.

Resuelto el dilema, corresponde  proyectar el bienestar social de los ciudadanos. Y  lo menciono porque me preocupa inmensamente ver a los gobiernos enfrascados únicamente en tareas humanitarias sin concebir y presentar el mínimo esbozo de una estrategia sostenible qué permita establecer un plan para proyectar acciones de gobierno en medio de la pandemia.

Indudablemente los objetivos cambiaron y  toca gobernar en medio de la emergencia que nos presenta el coronavirus. No será cuestión de  días o  meses, será por mucho tiempo, quizás años; mientras aparece la vacuna, por lo tanto corresponde gobernar en medio de la crisis.

No solo servirán las medidas decretadas para mitigar y controlar. El destino nos conduce a proyectar acciones estructurales y no solo coyunturales.

He notado que desde el gobierno departamental y distrital, los medios de comunicación, el Concejo, los gremios, la Iglesia y diversos sectores se ha llamado al sentido valor de la solidaridad como mecanismo para mitigar lo urgente, pero estas medidas se agotan, como se le agota el aire a las víctimas del covid. La solidaridad es un valor precioso que se convierte en una acción humanitaria y no en una acción de gobierno. La gente termina dando hasta dónde pueda y le alcance, pero hasta allí. Y no es para juzgar pero las cifras hablan por sí solas, todos piden pocos ponen, se hará  más evidente con el  tiempo.

Por lo tanto es el momento de intervenir y le corresponde al Estado, a la Gobernación y al Distrito convertirse en motores de la economía.

Son muchas las necesidades y se debe empezar a activar la economía nacional, regional y local para suplir los requerimientos sociales, que la voluntad de algunos y la generosidad de otros no alcanzarán a solventar.

Se debe salir a contratar en medio de la urgencia manifiesta y cuando hablo de contratar es hacerlo dentro de los esquemas rigurosos de transparencia y planeacion, desde lo inmediato hasta lo que se requiere para la ejecución y operación administrativa de los gobiernos.

Es el momento de convocar a proveedores de transporte, de insumos médicos, de infraestructura para la salud, de tecnología para el trabajo y la educación, de suplir desde el estado a los pagadiarios y prestarle plata a la gente para darles el plante y seguir con sus negocios, en medio de la ausencia estudiantil  mejorar la infraestructura educativa, de hacer convocatorias para la cultura, de seguir mejorando los parques y convertirlos en espacios públicos dignos y biosaludables.

Simples ideas para que los gobiernos dinamicen la economía y se pueda desde la contratación pública irrigar la inversión, con medidas progresivas para la equidad de manera participativa y transparente.

El fin del estado es brindar bienestar social y económico a los ciudadanos y eso se hace a través de los bienes y  servicios que debe proveer el estado y no hay otra forma diferente a contratarlos. El sector privado será prudente y aplazará sus inversiones, no tomarán riesgos; por lo tanto a quien le corresponde actuar con audacia y responsabilidad es al gobierno nacional y a los gobiernos locales, alcaldías y  gobernaciones.

Quiero recordarle al Gobernador, al Alcalde y a sus equipos de gobierno que somos más de un millón de habitantes en Cartagena y otro tanto en el departamento y dependemos de sus decisiones. El desafío de los mandatarios en tiempos del coronvirus será mantener la salud y vida de la gente y la subsistencia económica. Los gobernantes que logren estos dos propósitos, habrán ganado la batalla contra el Covid.

NOTA.

De  igual forma merecen especial atención los planes de desarrollo, el plan de ordenamiento territorial y el plan especial de manejo patrimonial que no necesitan más insumos que tiempo y conocimiento para que no se frene el desarrollo y se dilaten las decisiones estratégicas de la ciudad y el departamento.

Andres Betancourt Gonzalez

Consultor de Gobierno.

6 de abril de 2020