Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta 20 años).- (Xiamen – China).- Sus más de 2 hectáreas en una de las zonas más costosas por metro cuadrado del planeta no dejan lugar a duda la falta de visión para generar ingresos en un Distrito empobrecido de los gobernantes de la ciudad.
Y es que si las cosas estuvieran de otra manera y el dinero circulara por montones tampoco se justificaría tener todo eso a manera de lote baldío o de engorde ¿para qué? ¿Para cuándo? ¿Por qué? Uno no se lo explica, y cada genialidad nueva de qué hacer con el parque supera a la anterior en mediocridad. Por ejemplo, al que se le ocurrió la idea de hacerle cerramiento con vallas metálicas le debe estar doliendo la cabeza aun, y peor, cerrar sus puertas durante la noche cuando ese debería ser un punto de encuentro de toda la ciudad, eventos culturales, museos, miles de parqueaderos que se puedan alquilar y vender en sus sótanos, festivales, restaurantes, comercio, bares (de los decentes), actividades al aire libre, lectura, matrimonios, promesas de amor, y un larguísimo etcétera que no alcanzarían las 24 horas del día para poder cubrir a todo lo que se le podría dar uso, ¿a quién? Al Parque del Centenario.
Es el Parque del Centenario un activo valiosísimo olvidado, archivado y empolvado que solo con un concurso nacional abierto invitando a universidades y empresas a una convocatoria de ideas para su uso y usufructo abriría una cantidad de opciones que le representarían miles de millones en ingresos al Distrito, y qué decir de la cantidad de empleos directos e indirectos que generarían amén de toda la potente activación económica de la zona.
Ya seguro antes de terminar de leer esto vendrán lectores a decir que la norma no permite tal y cual, ¡pues no! Y si la norma no permite algo que es a todas luces positivo pues hay que cambiarla y hay que sentarse con quien tenga uno que hacerlo para poder mostrar los beneficios tangibles e intangibles que una obra como estas representa para toda la ciudad.
Cartagena es historia pura, poco menos de 500 años que pueden ser contados y mostrados allí con espectáculos de luz y sonido donde puedan participar cooperativas creadas por las comunidades más vulnerables y necesitadas de la ciudad, no se nos puede olvidar que la mejor herramienta para combatir las pandillas es el trabajo social acompañado de estudio, trabajo e ingresos estables, estas comunidades que las grandes operadoras de turismo siempre dejan por fuera del juego son las que luego viene a robarle el celular al local y al turista porque no le están haciendo participe de eso que también es de ellos.
El parque del centenario como elemento articulador del barrio de San Diego y el barrio de Getsemaní tiene todo para convertirse en un punto de encuentro, conexión y concentrador para toda la ciudad, esas dos Cartagenas que están allí hace cientos de años y que aún sigue ese distanciamiento allí pero ya a mayor escala en toda la ciudad, San Diego representaba a la élite y Getsemaní a los arrabales, ese desnivel aún no se ha superado, y se sigue diseñando a nivel urbano y se siguen tomando decisiones con ese mismo patrón que solo perpetua la división y acentúa las desigualdades.
Unirnos todos allí sería un buen punto de inicio para empezar a cambiar el chip de las dos Cartagenas que tenemos en el disco duro de nuestro cerebro y que es trasmitido de generación en generación, no sería un experimento social menor y debe ir acompañado de trabajo social y tecnología que asegure que el choque sea de la manera más agradable posible, se le suma a esto que se haría un excelente negocio para las arcas del distrito.
Otro de los aspectos no menores de la puesta en marcha de un plan para uso y usufructo del Parque del Centenario es la falta de espacios para parqueaderos de vehículos en todo el área del centro, uno, dos y hasta tres sótanos son posibles allí con tecnología que ya existe que no permite filtraciones ni humedades en estos espacios en el subsuelo en áreas con el nivel freático alto como es Cartagena, los veo acá en China, son casi que una constante en los proyectos de los parques porque con esos parqueos en el sótano se paga la obra en su totalidad, la empresa privada hace su negocio, queda dinero y se siguen generando recursos mensuales por tiempo indefinido para todos.
Siguiendo con nuestros sueños y deseos el centro histórico de Cartagena es un área que debe tener cada vez menos presencia de tráfico vehicular, la gente debe dejar sus vehículos en Chambacu, o en el parque de la marina o en el parque del Centenario, en estos 3 sitios debe haber parqueaderos suficientes para todos, buses, camiones, taxis y particulares, y luego de allí transportar en esos coches del siglo XIX que no son de tracción animal porque son eléctricos y no producen ruido ni contaminación, para de paso acabar con el horror de los caballos cocheros y jubilarlos, pero en cambio a todo esto crear cientos de plazas de trabajos, más para guías turísticos conductores que puedan desde estos 3 puntos moverse hacia y desde cualquier punto del centro para movilizar, turistas, transeúntes, gente de trabajo o simplemente porque no te dio la gana de caminar.
Thinking
¿Que no hay plata? Señores, para un proyecto de estos no se necesita invertir un solo peso, todo se hace con alianzas público privadas además con las dependencias de Planeación, Infraestructura y Control Urbano del Distrito en asocio con las universidades del país que quieran involucrarse, el aporte del Distrito es el terreno, es lo más valioso en ese negocio y por allí hay que comenzar a mover los números.
Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé
¡Un abrazo!
Álvaro Royo-Bárcenas
Xiamen-China
Twitter: @Alvaro_E_Royo
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