(Artículo publicado por el diario ABC de Madrid). «¡Habéis estao fatales!», tituló ABC la corrida de la víspera de Talavera. Esa misma noche, Joselito propuso a Belmonte dejar de torear en la capital: «A nosotros ya no nos toleran»
(Por Ángel González Abad).-La última tarde de Joselito en Madrid resultó un auténtico quinario para el diestro sevillano, que a lo largo de la temporada ya estaba sufriendo las iras de los públicos cada día más intransigentes. La Edad de Oro del Toreo estaba a punto de cerrarse con la tragedia de Talavera.
El 15 de mayo de 1920 se anunciaron en la vieja plaza de la carretera de Aragón Joselito, Belmonte y Sánchez Mejías con toros de Albaserrada. Lío en los corrales, y al final una corrida de Carmen de Federico, remendada con astados de Salas, que dieron muy poco juego lo que provocó que aumentara la tensión en los tendidos hasta desplegarse altas dosis de intolerancia.
Desde el mismo instante en que los tres toreros pisaron el ruedo para comenzar el paseíllo, los silbidos y las muestras de desagrado ya anunciaban que la tarde iba a ser dura. Corrochano no anduvo con paños calientes y tituló con un contundente «¡Habéis estao fatales!», su crónica de ABC publicada el 16 de mayo, la fecha marcada en negro desde hace un siglo en el calendario taurino.
Tras la bronca que se desató contra Joselito en el primer toro, cuentan que una voz iracunda salió del tendido 10: «Así te mate mañana un toro en Talavera»
El crítico recuerda que una mala tarde en San Sebastián, Guerrita le dijo a Joselito, eso de «habéis estao fatales», y la frase le sirvió para argumentar el relato de una corrida aciaga. Se preguntaba Corrochano si los toros tenían glosopeda para justificar su desesperante falta de poder. No hubo respiro para los toreros, por mucho que se esforzaran. Nada servía para contentar a la masa. Tras la bronca que se desató contra Joselito en el primer toro, cuentan que una voz iracunda salió del tendido 10: «Así te mate mañana un toro en Talavera». Verdad o leyenda, la frase fue reproducida en algún medio, aunque después de producirse el drama de Talavera, y ha quedado ya para siempre como premonición de lo que estaba por venir.
El delirio de la protesta
Así, la crónica de ABC terminaba con una confesión del periodista: «Soy menos injusto y menos cruel que el público, que en el delirio de la protesta os achaca todo, hasta las culpas ajenas, hasta las epidemias».
Hizo mella en el mítico diestro la actitud del público de Madrid. Y lo cuenta Chaves Nogales en su libro «Juan Belmonte, matador de toros». Pone en boca del Pasmo de Triana, que la misma noche de aquel 15 de mayo, Joselito le contó que va a llegar un día en que «no podamos salir a la plaza. Esto hay que cortarlo». «Cómo -respondió-, cuenta conmigo para lo que sea». Y sin dudarlo: «Vamos a dejarlo, Juan, vámonos de la plaza de Madrid. Que vengan otros, a nosotros ya no nos toleran. Quizás en unos años…»
