Adolfo Pacheco tendrá que hacerle otra visita a su Compadre Ramón, esta vez para contarle lo maravillados que quedaron los “gringos” con las versiones sinfónicas de “La hamaca grande” y de “El mochuelo”, interpretados por la Orquesta Sinfónica de Bolívar durante su gira en Estados Unidos.
Y Alberto Morales tendrá que llevar su Fiesta en Turbaco a New Orleans, donde se rompió el protocolo de un concierto clásico y la gente se puso a bailar en la iglesia episcopal anglicana de esa ciudad.
El éxito de las presentaciones deparó un provecho académico invaluable para los 45 alumnos de Unibac que viajaron, que fue condensado en una sola palabra por el director de la OSB, Germán Céspedes: ¡júbilo!
“Para la OSB marca un hito histórico, por la música interpretada, porque llevamos identidad, llevamos instrumentos como acordeón y caja, que integramos a nuestro repertorio, con obras de alta exigencia de la música clásica”, dijo Céspedes.
Las versiones sinfónicas de las obras de Adolfo pacheco tuvieron arreglos de Luis Jerez, músico egresado de Unibac e integrante de la OSB, con Michael Rubio como acordeonero. “En próximas presentaciones llevaremos gaitas y flautas de millo, para seguir haciendo música representativa de Bolívar”, dijo Céspedes, en diálogo con el director de Revista Zetta, John Zamora.
Junto a esas obras, la OSB también ejecutó Noches de Cartagena, Carmen de Bolívar,y Juego de Cumbia, así como obras del repertorio clásico del más alto nivel de las orquestas profesionales como el poema sinfónico “Íntima” de Adolfo Mejía, precursor del programa de música de Bellas Artes de Cartagena; el prólogo de “Tristán e Isolda” de Richard Wagner, y la obertura del “Murciélago” de Johann Strouss (hijo).
La apoteosis de la OSB comenzó en Miami Beach (FL) Colony Theatre; siguió en Orlando (FL) Iglesia Alianza Cristiana, para después ir a New Orleans (LN) Trinity Episcopal Church, seguido de Meridian (MS) Temple Theatre, y culminando en Hattiesburg (MS) Bennetton Auditorium USM y Nashville (TN) Poag Auditorium TSU.