Fiestas en sana alegría y paz

Por: Miguel Raad Hernández – Noviembre 6 de 2014.

Se acercan las tradicionales fiestas novembrinas en nuestra ciudad. Más aún, desde hace varias semanas vienen celebràndose los llamados » preludios», organizados por el IPCC en distintos sectores de la ciudad, cuyo propósito es ambientar anticipadamente los festejos anuales por nuestra independencia. Y como todos los años, la responsabilidad nos exige a los comunicadores y formadores de opinión que hagamos una exhortación a que las mismas se lleven a cabo de manera civilizada, respetuosa por los derechos de todos y en absoluta convivencia y armonía entre los asociados. En otras palabras, es imperativo exhortar por unas fiestas en sana alegría y paz.

Todo comienza por el respeto, la ponderación y la prudencia. Hay que recordar que, aunque se dicte un Decreto Oficial -llamado Bando- por el cual se ordena a los cartageneros divertirse, son muchas las personas y los sectores de nuestro aparato productivo que no pueden cesar en su trabajo y actividades cotidianas. A quienes continúan trabajando hay que respetarlos y nada de pretender involucrarlos en las fiestas a la fuerza. Por eso, no son convenientes ni estàn autorizados los llamados «retenes» de los célebres «negritos» embadurnados de tizne que amenazan con ensuciar a los transeúntes si no les dan dinero. Nada de lanzar maicena, espumas y menos agua u otros líquidos a los automóviles y personas. Todos estos actos son atentatorios contra la convivencia y constituyen infracciones de policía sancionables por las autoridades.

También son censurables los cierres de calles so pretexto de organizar bailes o parrandas de vecinos, pues ello afecta la movilidad e irrita a quienes necesitan desplazarse. Hay que tener en cuenta que, aunque muchas veces estos comportamientos correspondan a viejas costumbres ejecutadas de buena fe, la ciudad ya no es la bucólica y apacible Villa del pasado sino una vibrante, dinàmica y moderna urbe que tiene industrias, comercios y servicios como los de salud y otros, que no pueden parar porque ocasionan graves consecuencias para todos. En la ciudad de hoy debemos divertirnos sin entorpecer el discurrir de la vida de los demás ciudadanos que no pueden hacerlo al tiempo con nosotros.

Finalmente, las autoridades han dictado medidas para garantizar unas fiestas sin contratiempos.  Se trata del Decreto 1341 de 28 de Octubre de 2014, el cual contiene recomendaciones y restricciones muy convenientes e importantes, que debemos acatar. De entre ellas destacamos: Están prohibidos los buscapiés y la manipulación de toda clase de juegos pirotécnicos o explosivos; los niños no podrán estar en las calles haciendo retenes; está prohibido el uso de capuchones, excepto en las comparsas debidamente autorizadas; los bares, cantinas y estancos sólo podrán funcionar hasta las  dos de la madrugada; está prohibido el expendio de licores en las tiendas para tomar allí mismo; queda suspendido el porte de armas; no estará permitido transportarse parrilla ro en motocicleta después de 9:00 de la noche; y no se  permitirá la instalación de los conocidos pick UPS  sino en sitios especiales y previa autorización de las autoridades.

Queridos amigos: de todos nosotros depende que tengamos unas fiestas en orden y sana convivencia, sin hechos que lamentar. Los cartageneros debemos mostrar al país que somos una sociedad civilizada que crece en el espíritu cívico. Hagamos de  estas las mejores fiestas que hayamos tenido y sintámonos orgullosos de ser cartageneros.