Empatía, el nuevo mensaje político en tiempos de pandemia – Opinión de Claudia Tinoco

Por Claudia Tinoco Padauí (Especial para Revista Zetta 20 años).- Si el mandatario de una ciudad, departamento o país es una persona empática, estimulará nuestras conexiones neuronales en ese mismo sentido. De ahí que las dictaduras sean, por principio, antinaturales porque se basan en fomentar la antipatía, es decir, todo lo contrario.

Un dirigente por sí solo no puede solucionar los problemas que agobian a los ciudadanos o solucionar la polarización. Sin embargo, es posible mediante alocuciones llegar directamente a los corazones incluso hasta de aquellos que no lo eligieron. No es malo explicar el estado y la realidad de los problemas, ni mucho menos rendir cuentas, no se trata de endulzar el café amargo, ni de condenar, ni simplificar demasiado. Se trata de conectarse con la ciudadanía a través de un dialogo abierto y amable sobre lo que aqueja a la ciudad.

La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo. La empatía hace que las personas se ayuden entre sí. Está estrechamente relacionada con la generosidad —el amor y preocupación por los demás— y la capacidad de ayudar. Por eso, si el político de turno tiene un excelente desarrollo neuronal empático, seguramente lo veremos luchando de verdad por el bien de los otros.

La pandemia que hoy atravesamos necesita dirigentes cuyo atributo esencial sea la empatía. Quien se dedica a la política, sin este atributo no la honrará, estará cada vez mas lejos de la humanidad de sus representados, más expuesto a rechazos de sus dolores y necesidades verdaderas y a hacer de esos presididos, factores funcionales de sus intereses privados.

Las crisis, como las catástrofes, sacan siempre lo mejor y lo peor de nosotros: enfrentan a Hobbes y a Rousseau. Lo mejor: el espíritu de abnegación, la magnificencia, la disposición a ayudar a quien está peor que nosotros. Lo peor: la difidencia, la envidia, el rencor.

La izquierda, el centro y la derecha deben trabajar juntos para derrotar el Covid-19 que cobra fuerza en medio de las diferencias políticas e ideológicas, unidos se puede evitar que haya más muertes y menos consecuencias económicas que desde ya esta pandemia nos está dejando.

Todos los ciudadanos sin importar a qué estrato socio – económico pertenecen, a qué grupo o partido político, si votó o no por los mandatarios electos, tienen derecho a unirse para sumar fuerzas y hacerle frente a esta crisis mundial en la que ya llevamos sumergidos aproximadamente cinco meses del año 2020 y la cual ni los más pequeños podrán olvidar por todo lo vivido y los cambios que este virus nos ha obligado a realizar.

No podemos dejarnos sacudir por la coyuntura política, mucho menos dejarnos llevar por los sentimientos de amor u odio, generando división y olvidando que estamos en medio de uno de los trances económico y social más difícil que hemos vivido en los últimos años y que solo unidos, sin polarización podremos derrotar al covid-19. Que no se nos olvide que la empatía es la cualidad que debe permanecer en el tiempo incluso, para las próximas elecciones que se avecinan.