Al alcalde William Dau le han pedido abrir varias actividades económicas pero nadie pidió considerar a los teatros. Cine Colombia y Procinal son las propietarias de las salas de cine en centros comerciales, y nada han dicho.
Sin embargo, el decreto 0803, en el inciso 45 del artículo segundo, sorpresivamente se incluye la apertura de teatros, pero descartando de plano la posibilidad del cine y solo permite “actividades creativas, artísticas de las artes escénicas, sin que en ningún momento se permita el acceso de público”.
Descartado el cine, la norma parece hecha a la medida del Teatro Adolfo Mejía, único donde se podría desarrollar la actividad artística.
De ser así, el “mico” parece amoldado a alguien afortunado, que sin penuria alguna podrá desarrollar una actividad, a diferencia de las peluquerías, que llevan tiempo preparándose para la apertura y apenas con este decreto podrán hacerlo.
La especial deferencia del gobierno actual con la “actividad de las artes escénicas” resulta inusitada, y habrá que esperar qué hay detrás de tanta especialidad.