El medio tiempo del partido – Opinión de Ambrosio Fernández

Por Ambrosio Fernández (Especial para Revista Zetta 20 años).- Hay una realidad palpable que ha sido advertida por organismos como la OMS y es que la pandemia va para largo y todos debemos seguir atentos a la prevención y a enfrentar el virus. Aunque las cifras de nuevos contagiados y decesos en Cartagena se han mantenido a la baja en las últimas semanas, no debemos cantar victoria todavía pues apenas nos acercamos al final del primer tiempo en un partido que seguramente, además de segundo tiempo, tendrá varios tiempos de adición. Sin embargo, el momento de la pandemia en el que nos encontramos en la ciudad si nos debe llevar a echar la mirada hacia atrás para aprender las lecciones y ajustar la alineación para lo que viene.

Hay que entender que cada vida que se pierde por el coronavirus es una tragedia de condiciones mayúsculas y aunque en los días más difíciles del primer pico hubo algunos problemas en atención de enfermos y disposición final de los fallecidos, lo cierto es que no se cumplieron algunos pronósticos que alertaban que Cartagena o Barranquilla estaban llamadas a vivir las escenas dantescas que se presentaron en Guayaquil, Ecuador, una ciudad con características similares a las colombianas y donde incluso hoy no se tiene un registro más o menos creíble de los contagiados y fallecidos por la Covid-19.

El ideal hubiera sido contar con una infraestructura hospitalaria robusta y una política de salud pública más ágil, pero los esfuerzos que se realizaron tanto del gobierno nacional, departamental y distrital lograron ir subsanando poco a poco necesidades como la falta de ventiladores, de especialistas y la adecuación de nuevas UCI para los cartageneros. Habrá muchas cosas para mejorar, pero esto es una muestra de que en la ciudad es posible hacer sinergias para atender de manera especial a los más vulnerables. Esa es tal vez una de las lecciones más importes para enfrentar el segundo tiempo y más cuando en este empezaremos a enfrentar de manera más profunda, una crisis económica y social sin precedentes. El trabajo en equipo desde el gobierno no debe ser solo para apagar incendios, sino para asegurar una administración que logre verdaderos impactos en las profundas brechas sociales que vivimos. Antagonismos políticos siempre habrá, pero cuando se dejan de lado los egos y se construyen puentes de confianza, es posible avanzar.

Por otra parte y aunque persisten los lunares, el comportamiento ciudadano también ha contribuido a que hoy vivamos una relativa calma comparado con otras regiones. No obstante y como ya se está viendo en algunos países europeos, la amenaza de un rebrote persiste. No es una opción, hay que cuidarnos porque esto va para largo.

Ambrosio Fernández.

Twitter: @Ambrosfma