El martes pasado trascendió que el alcalde William Dau le pidió la renuncia al secretario de Hacienda, Dewin Pérez, lo que fue calificado de «fake news». No obstante era cierto. Un día antes había sorprendido al funcionario con la decisión.
Pasada una semana, el alcalde admite que está buscando un asesor financiero en Bogotá, con el Ministerio de Hacienda, un perfil que debió tener resuelto cuando desencadenó toda una máquina de propaganda en torno a la famosa firma «cazatalentos» para conformar su equipo de trabajo.
El señor Pérez podría continuar como asesor o como funcionario de nómina, pero no como rector de la hacienda pública, pasando a ocupar un papel secundario, si decide aceptar tal condición.
Según publica El Universal: “Dewin es académico, es un gran profesional pero es académico. Yo le comenté varias posibilidades: buscar un nuevo secretario de Hacienda y que el quedara como asesor o que él siguiera como secretario pero yo traía un asesor de Bogotá”, comentó el alcalde. De acuerdo con Dau, la decisión obedece a que en la Secretaría de Hacienda “se necesita alguien más que académico”.
Lo que era un gabinete supuestamente «de lujo», prospectado a cuatro años, no ha superado el primer año. La primera en salir fue la fallida Zarina Anticorrupción, Lidy Ramírez, por no cumplir con el perfil para el cargo, lo que se destapó en una sesión de Concejo. Renunció la directora de Talento Humano, Marta Carvajal, por discrepancias, y afronta un juicio disciplinario en Procuraduría. También salió el director del Dadis, Álvaro Fortich, por no atender las exigencias de la pandemia; la directora de la Escuela Taller, Alexa Cuesta, por actos sospechosos; el secretario de Infraestructura, Gonzalo Jácome, por bajo rendimiento, al igual que la gerente de ciudad, Mónica Fadul; el jefe de prensa Tadeo Martínez, quien prefirió una opción laboral en Bogotá; el gerente de Transcaribe, Humberto Ripoll y el gerente de Edurbe, Javier Toloza, para acomodar fichas propias; y el domingo pasado fue despedida la Primera Dama, Cynthia Pérez Amador, por presentar unos certificados «chimbos» en su hoja de vida. Suspendida del cargo está la secretaria general Diana Martínez, por solicitud de la Contraloría Distrital a raíz del contrato que vinculó a la Primera Dama.