Lecciones para gobernar – Opinión de Ambrosio Fernández

Por Ambrosio Fernández (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 8 de marzo 2021.- Los dos primeros meses de 2021 serán recordados en Cartagena por la tensión y preocupación generada por el segundo pico de la pandemia de la Covid-19 y además la polémica de los peajes. Un hecho que empezó aparentemente de manera espontánea terminó en paro de transportadores y en el bloqueo de vías de una de las ciudades más importantes en materia económica para el país. Todo esto enmarcado en la virtualidad, que se convirtió en un escenario fructífero para la expresión ciudadana y la política o los políticos cartageneros. 

La intervención del Alcalde en la crisis de los peajes de Manga y Ceballos, fue a grandes rasgos desafortunada y fiel reflejo del espíritu de su gestión al mando del Distrito. No es gratis que mencione el hecho de que gran parte de estos hechos se cocinaron a través de redes sociales. Parece que la necesidad de salirle al paso a la velocidad que imprimen las plataformas digitales y de cumplir con la cuota de “Me Gusta” son una soga al cuello que se ha echado el burgomaestre y que nos llevó a escenas lamentables y más en medio del reto de la reactivación económica.    

Se dice que se hace campaña en verso y se gobierna en prosa, lo que hace que los líderes cuando llegan a los cargos pierdan popularidad y ahí está una de las primeras lecciones para Dau. Para poder mostrar resultados en su gestión, tiene que tomar decisiones impopulares y lo que es peor para él, un hombre acostumbrado a decir lo que quiere escuchar la gente, tiene que comunicar noticias desafortunadas. En un momento de la crisis, Dau fue desmentido por el representante de la Concesión luego de anunciar el cese del cobro de peajes. 

El tema de peajes en Cartagena merece ser revisado con mucha calma, en especial para ser más competitivos, lo que se traduciría también en mayores oportunidades para la ciudad y para la región y posiblemente en más empleos y mayores ingresos; pero una cosa es el escenario ideal y otro la realidad. Existen compromisos previamente adquiridos con la Concesión que, en un Estado de derecho como el nuestro, a la luz de la protección de inversiones y en una economía de mercado como la colombiana, no es posible desconocer tan fácil como Dau lo anunció. Otra gran lección para el Alcalde es que debe gobernar para todos, incluso para los que no son de su gusto, porque para hacer una mejor ciudad, es necesario sentarse a hablar (como ha sucedido últimamente) con quienes no se está de acuerdo.

Ambrosio Fernández:

Twitter: @AmbrosioFma