La afición de Cataluña salió a la calle para reivindicar la libertad taurina y el regreso de las corridas de toros a esta Comunidad Autónoma. Ante el Centro Cultural La Bóvila L’Hospitalet de Llobregat gran cantidad de aficionados volaron capotes y muletas junto a Serafín Marín en el marco de la segunda jornada del III Congreso de la Unión Taurina de Aficionados de Cataluña.
Todos al unísono dibujaron verónicas y naturales entre los olés de todos clamando por la libertad y ante el grito fanático de los antis de guardia. Serafín Marín fue después el protagonista del encuentro y charla que dirigió el periodista de ABC Ángel G. Abad. Bajo el título ‘Tiempo de esperanza’ explicaron los motivos políticos que llevaron a la prohibición catalana para enlazarlo con el ejemplo de resistencia que se da en Serafín Marín para concluir en que 2014 ha sido la temporada que debe devolverle al lugar que merece.
El torero de Montcada y Reixac, sincero y claro, reconoció en el coloquio posterior con el periodista los malos momentos vividos hasta que le surgió la oportunidad de torear la de Miura en la última Feria de San Isidro, prólogo a los triunfo s posteriores en agosto con la corrida de Bañuelos y en Otoño con la de Adolfo Martín. También , claro, clamó por la vuelta de los toros a Catalunya desde la lucha común de todo el sector como elemento fundamental para exigir el elfallo del Tribunal Constitucional, algo que se ha convertido en el leit motiv de todas las intervenciones del Congreso.
Los jóvenes de UTYAC, chicas y chicos, subieron al escenario para entregar a Serafín el I Trofeo Sant Jordi y reivindicaron su derecho a ser jóvenes, aficionados y catalanes, una evidencia que muchos se empeñan en negar.
Por la tarde, la periodista de La Razón, Patricia Navarro y el ganadero Adolfo Martín entablaron un distendido y a la vez, enjundioso diálogo definido ya desde el título: ‘El toro más allá de los tópicos’. Adolfo Martín, a quien los aficionados habían tributado una ovación de gala , se entregó a fondo para hablar tanto de sus toros, como de su concepto de la Fiesta que él ve a través de su condición de aficionado y, como tal, considera que ‘La mejor defensa de la Fiesta es la integridad del toro’, un toro que emocione y te lleve a las plazas porque- dijo- ‘para ver lo otro de quedas en casa’.
Hizo una larga reflexión sobre la situación actual de la cabaña brava, afectada por la disminución de festejos y valoró positivamente los festejos populares, los toros en las calles, no sólo como tabla de salvación para las sino también como embrión de nuevos aficionados. Se refirió con admiración a José Tomas, Diego Urdiales, Iván Fandiño o Morante y defendió el uso de las fundas para los pitones como garantía para que el toro salga íntegro a la plaza, algo que lleva a rajatabla.