Una Alcaldía atomizada, unos sistemas de gestión mediocres – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- 23 de octubre de 2022.- Cualquier empresa seria a nivel mundial y con unos objetivos claros concentra sus diferentes departamentos en una sola unidad, lo más cerca posible para hacer más ágil su gestión de procesos; la Alcaldía de Cartagena funciona como un cuerpo desmembrado, descuartizado, donde cabeza, tronco y extremidades están a kilómetros de distancia, con sistemas de gestión del siglo XVII.

A través de décadas los gobernantes de la ciudad han realizado un trabajo enorme, el esfuerzo ha sido mayúsculo para lograr lo que se tiene hoy en día, una Alcaldía que sea casi imposible hacerle seguimiento para poder controlar los recursos que se manejan.  Sus diferentes dependencias han sido esparcidas de manera deliberada para entorpecer la comunicación entre ellas, para que reine la mediocridad.

Y ninguno de los gobernantes que ha estado ni siquiera lo ha mencionado, para ellos está bien así, no se enteran que la organización se logra de arriba hacia abajo, un ciudadano que vaya a realizar cualquier diligencia administrativa al encontrarse con ese gran muro que representa el tener que emplear varios días por lo deficiente del sistema y las distancias entre diferentes dependencias del Distrito está recibiendo ejemplo de desorden, y ¿cómo le pides luego a ese ciudadano que sea una persona cívicamente correcta si lo que le estamos mostrando es deplorable?

Otro tema es que muchas de esas dependencias pagan onerosos contratos de arriendo a particulares, el Distrito de Cartagena se comporta como el amigo derrochador, mientras sus propios inmuebles que valen cientos de millones si se arrendaran en cambio los entregan a particulares de gratis. Pero para poder funcionar viene y arrienda y le paga a particulares miles de millones mensuales, esto así no hay quien lo aguante en el tiempo, y luego nos quejamos que parte del presupuesto de la Alcaldía de Cartagena se va en gastos de funcionamiento, funcionamiento estilo piñata para regalar dinero público donde la eficiencia y la planificación es escasa o prácticamente nula.

Y es que revisar todos esos gastos debería ser prioridad para poder saber qué estamos pagando de más y cuánto estamos dejando de ingresar por esas operaciones sospechosas que no se hicieron de frente a la gente y que allí siguen esquilmando los recursos por doble vía, ¿cuál?  Esa que dije hace un momento, el de tomar en arriendo inmuebles caros para que funcionen dependencias del distrito y la otra que los inmuebles que pertenecen al Distrito se entregan de gratis.   

Algunos se están llevando un gran porcentaje del presupuesto anual del Distrito en arriendos costosos que la Alcaldía no debería pagar por aquello que llamamos capitalismo de amiguetes.

Con esas instituciones atomizadas por toda la ciudad el caos y la mediocridad están garantizados, yo realmente no lo entiendo y más cuando se sabe que las dependencias de gobierno cuando van a ser reubicadas deben hacerse en zonas deprimidas de la ciudad para que estas sirvan de motores que jalonen el progreso y el desarrollo a esas áreas.

También me pregunto qué hace la Alcaldía de Cartagena funcionando en un edificio tan costoso y en una zona que ya no es el centro de la ciudad y que su sola ubicación allí ya le representa una carga adicional de tráfico a ese sector.  La administración de una ciudad debe estar cerca de donde está la gente que más los necesita, en la zona suroriental por ejemplo, una gran edificación que reunifique todas sus dependencias y que todas estén conectadas virtualmente con el alcalde y todos sus funcionarios nos llevaría a otro nivel, al nivel de la eficiencia y a la buena gestión de los procesos, y eso por temas de espacios no podría llevarse a cabo en el centro histórico de la ciudad.

No puedo imaginarme una empresa privada donde el gerente está en el centro histórico con parte de su equipo pero el resto de sus subordinados con los que debe tener contacto permanente están en la plaza Benkos Biojó, en el barrio Getsemaní, en el barrio Manga, en Torices, en el Pie del Cerro, en la avenida Pedro Romero, en la bomba del Amparo, Blas de Lezo, el Pozón, los Alpes, etcétera, eso si fuera una empresa privada no sería posible, pero por ser una entidad pública ya todo cambia y por eso ha sido prostituida y fragmentada de esa manera tan deplorable que allí es donde uno se pregunta ¿cómo es posible que a esto le llamen funcionar? 

Como siempre, allí está mi email, al pie de página, para quienes quieran escribirme sus opiniones acerca del tema. Con mucho gusto les responderé.

¡Un abrazo!

Álvaro Royo Bárcenas

Xiamen-China

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