Acta non verba – Más verdades, menos mentiras – Opinión de Carlos Féliz Monsalve

Por Carlos Féliz Monsalve (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 21 de mayo de 2025.- Desde tiempos memorables se conoce la teoría que nos habla de la idea popularizada por Nietzsche en los procesos de construcción de verdad exclusivos de la gente, de la ciudadanía, analizando que estas construcciones se pueden configurar y pensar que son reales, cuando el paso a paso te va demostrando que el efecto sería ilusorio. O sea, podríamos afirmar que la verdad no es objetiva, sino una forma en que el ser humano interpreta o le genera sentido a múltiples realidades. Les hablo después de investigar y revisar la teoría o efecto de verdad-ilusión, que se define como repetir datos e información falsa para, equivocadamente, convertirla en falsas verdades, más claro: en mentiras.

Con esto se recurre a familiarizar entre la gente una afirmación para hacerla parecer creíble, confundiendo y generando una malsana ilusión de verdad. En resumen, podemos decir que el efecto que se logra con promoción y propaganda puede hacer que se crea que afirmaciones falsas repetidas constantemente sean ciertas, incluso sabiendo todos que son falsas. Es el atajo tramposo y de mala leche de repetir y repetir para estructurar falsas verdades.

Es tan fácil como creer que lo que percibimos como real puede ser una ilusión, como los trucos de magia o fenómenos visuales engañosos. Ante esto, debemos, de manera objetiva y estricta, cuestionar y verificar minuciosamente el origen y la esencia de la verdad, y reconocer que las realidades pueden ser más subjetivas de lo que creemos y percibimos. Con este escrito, invito respetuosamente a la comunidad en general a darle importancia a la crítica y la reflexión a la hora de evaluar información o comunicación que se recibe por redes sociales, a través de distintos canales, reviviendo así la frase célebre como impronta del doctor Joaquín Franco Burgos: «Hechos y no palabras», invitando o instando a valorar lo tangible, la prueba, la obra, la acción de gobierno como un hecho verificable y de verdad.

Otra conclusión importante sería convocar a valorar los elementos de la información recibida y protegerse de esa ilusión de verdad, que en concreto consiste en motivarnos a nosotros mismos a dejar de repetir falsedades. Una mentira, por más que se repita mil veces, nunca tendrá la esencia ni la naturaleza para convertirse en una verdad. Es más de lógica y razón que de pasión, peloteras y odios.

Hechos y no palabras es algo similar a la actual frase de que no es carreta ni maquetas: son puentes, vías, canchas, parques, calles, hospitales, colegios, acciones sociales, ambientales, e ir de manera progresiva recuperando la seguridad a los niveles deseados. Es más allá de la pobreza monetaria; es avanzar hacia la superación de la pobreza multidimensional para superar las privaciones que históricamente han afectado el bienestar y la calidad de vida de nuestra gente en educación, en salud, en infancia y adolescencia, en servicios públicos y en condiciones dignas de vivienda. 

¡Menos peloteras y mentiras, y más trabajo por la ciudad de todos!