La muerte de Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura y uno de los más grandes escritores de lengua castellana de todos los tiempos, fue lamentada por los estamentos taurinos mundiales.
La razón es que García Márquez simpatizó, defendió y siempre hizo público su compromiso con La Tauromaquia. Era común ver a ‘Gabo’ -como se le conocía coloquialmente – en las barreras de las principales plazas de toros de España, México y su natal Colombia. Famoso es el brindis de José Miguel Arroyo Joselito, aquel día de San Isidro de 1996, cuando el torero madrileño apenas unos días después de su histórica encerrona del 2 de mayo, le brindó la muerte de un toro de José Luis Marca al que cortó las dos orejas, que le permitieron abrir la Puerta Grande de Las Ventas por última vez en su carrera.
La última tarde que García Márquez presenció un festejo taurino en directo fue este mismo año, el 8 de febrero, en la Plaza de Toros Juriquilla (Querétaro), donde asistió a un mano a mano entre Julián López ‘El Juli’ y el mexicano Joselito Adame, que le brindó el toro con el que alcanzó el triunfo el torero de Aguascalientes.
FOTOGRAFÍA: Gabriel García Márquez entre el ganadero Ernesto González Caicedo y el matador Leonidas Manrique en una foto de Manuel H.