Este jueves en el corregimiento de Galerazamba en Santa Catalina, al norte de Bolívar, hubo jolgorio, pero sobre todo vientos de esperanza. Sus nativos, como nunca y a pesar del fogonazo del sol matutino, salieron a las calles a recibir la gran jornada de transformación con color e intervención social que preparó desde hace más de un mes la Gobernación de Bolívar y la Fundación Orbis.
Fue un éxito y se cumplió el objetivo: Galerazamba se viste de primavera y se espera que sus habitantes vuelvan a creer que sí es posible y que son importantes para el desarrollo productivo y turístico del Departamento.
Galerazamba es una población caliente y desértica. Es una ensenada, una entrada de agua con franjas de rocas que corren paralelas a la costa. Un pueblo montado sobre el continente y un faro. Solo quedan los vestigios de lo que fue un próspero corregimiento que vivía gracias a la explotación de sal. Ya nadie vive de ella, solo de su recuerdo.
Hoy la economía se sostiene del dinero de las pensiones que reciben los viejos trabajadores de las salinas. Otros trabajan en labores varias en los proyectos urbanísticos y hoteleros del sector. La bonanza acabó al principio de los noventa cuando se puso en marcha la famosa apertura económica. A ellos no les cayó la sal como dicen los titulares de los periódicos que van a hurgar sobre su boyante pasado. “La sal no un elemento negativo, por el contrario, es una bendición. La sal cura, limpia, es prodigiosa” dice un líder comunal.
Lo tuvieron todo en sus épocas de esplendor: un buen colegio y hospital. Alcantarillado, acueducto y una vía de acceso en buen estado. Pero lo que durante mucho tiempo se vivió en sepia, a partir de hoy tiene color. Allí yace la importancia del proyecto Galerezamba se viste de primavera, que cumplió con varios de sus objetivos.
La transformación del color y la acupuntura social se tomaron Galerazamba
Durante tres días, se hizo una minga ecológica general en el corregimiento. No quedó una hoja seca. Las basuras volverán pero la gente es más consciente. Al respecto, la primera dama de Bolívar, Ana Elvira Gómez de Gossaín, durante la jornada, explicó que la idea es que “el municipio diseñe una solución definitiva y sostenible para el tema de las basura, ese el compromiso”.
Toda la oferta social e institucional de la Gobernación de Bolívar se volcó a la población norteña y través de entregas masivas de ayudas sociales, se cubrió el 100% de la población que necesitaba sillas de ruedas, zapatos, corrales y kits escolares. “Lo que buscamos es una integralidad en las ayudas” indicó Gómez de Gossaín.
La Secretaría de Salud Departamental, por su parte, se vinculó al proyecto con una amplia brigada de salud que incluyó campaña de cepillado a niños y entrega de kit oral, y vacunación a infantes, mujeres en edad fértil y adultos mayores.
Con la ayuda de la Armada Nacional se recuperó el faro, se pintó y acondicionó su entorno. Se limpió el parque de la India Catalina, se pintó y adecuó, así como la biblioteca, que de la mano del Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar, hoy tiene una nueva cara, luego de estar en el total abandono. Se acondicionó, pintó y dotó gracias a la campaña LibroManía y a partir de hoy, estará a cargo de Icultur.
En el colegio Miguel Nevado de Galerzamba también se realizaron talleres de los programas de Sexualidad Responsable y Escucha lo que digo de la Dirección de Desarrollo Social. Iderbol, entretanto, pintó y adecuó el campo de fútbol, hizo el enmallado de las porterías y entregó implementos deportivos.
El proyecto de Mujeres Productivas que se desprende de la campaña contra la violencia de género, Ni Una Más tuvo su feria en la plaza principal donde ofrecieron y vendieron la totalidad de sus productos.
La gran jornada de transformación con color programada para esta población en alianza con la Fundación Orbis y Pintuco, continuó durante todo el día con la pintura de las 150 casas donde funcionarios de la Gobernación de Bolívar junto a las familias propietarias, se pusieron la camiseta y con sus respectivos kits de pintura, le pusieron color a sus fachadas.
A través de la transformación con color, además del cambio físico de Galerazamba, se busca un mayor sentido de pertenencia y la unión entre la comunidad que habita las 150 casas beneficiadas, ya que son sus miembros quienes se encargaron de darle color a las fachadas y lugares intervenidos con la pintura.