Análisis de John Zamora.- Director Revista Zetta.- Queda poco más de una semana para elegir al nuevo alcalde de Cartagena. ¿Será Manolo o será Quinto? Las encuestas los colocan como los máximos favoritos, y hasta el momento el candidato conservador ha ganado en todos los sondeos.
Desde la perspectiva de Manolo, los resultados son halagadores. Por una parte, es el novato que llegó hace siete meses a hacer campaña. Por otro lado, hace un mes debió batallar contra una situación nada común como lo fue el rechazo de la Registraduría a las firmas recolectadas. Ese día en Revista Zetta titulamos “Manilla en mano” para significar que la entidad lo había dejado fuera.
Pero ante la adversidad, la campaña tuvo dos grandes aciertos. El primero, dar una batalla jurídica que terminó con una tutela y un concepto de la Procuraduría, y se conoció que con 71.381 firmas puede ser candidato legalmente.
El segundo acierto fue convertir esa circunstancia adversa en una fortaleza, con algo tan corto, pegajoso y contundente: ¡Manolo va!
Además de ser victimizado -y eso ayuda a que la gente se solidarice-, la campaña publicitaria se encargó de mantener la llama encendida y evitar depresiones y deserciones. La agenda en los barrios siguió a todo vapor. Mientras Manolo caminaba las localidades dando la batalla política, en Bogotá un ejército de abogados y peritos daba la otra batalla, la jurídica.
Ahora bien. Desde la perspectiva de Quinto Guerra, esta situación hace que la campaña siga despierta y alerta, no sea que después de ganar todas las encuestas, termine perdiendo la que realmente hay que ganar.
Sin embargo, no deja de dar vueltas la teoría del “Toconqui”: todos contra Quinto.
Si el objetivo es impedir que Quinto llegue al Palacio de la Aduana, y viendo que Manolo es el único que se le acerca en las encuestas, ha hecho carrera la teoría del desmonte de Andrés Betancourt para reforzar al candidato de Primero la Gente, y terminar de voltear la torta.
Tampoco se descarta que Gina Benedetti entre en esta teoría: ya el Centro Democrático demostró que puede ser pragmático y prescindir de la coherencia y la ideología al apoyar a Yolanda Wong a la Gobernación. ¿Por qué no retirar a Gina por conveniencia, también, y ganar un espacio de gobierno en la Alcaldía?
Serán 10 días feroces en los que habrá que apretar los dientes. ¡El que se canse, pierde!