Alianza ejemplar

Por John Zamora.- (Director Revista Zetta).- Muy cercanos, sincronizados y armoniosos lucen los nuevos gobiernos departamental y distrital, que identificaron una agenda común y trabajarán de consuno. La foto es diciente: Manuel Vicente Duque y Dumek Turbay Paz con sus gabinetes, juntos.

La lectura es edificante, ya que el trabajo en equipo siempre entrega mejores resultados que los esfuerzos aislados, y tanto Bolívar como Cartagena comparten un cordón umbilical que hace que sus destinos se entrelacen.

Adelantar gestiones conjuntas, identificar proyectos comunes y ejecutarlos, no sólo es inteligente y práctico, sino ejemplar.

Se puede colegir que pretéritas quedan las épocas en que el gobernador se le metía en el rancho al alcalde, proponiendo municipios, o irrumpiendo en el Concejo para indisponerlo. O que el alcalde andaba por su lado creyendo a Cartagena una isla, sin nexo con los municipios colindantes.

No llevan dos semanas en el cargo, y casi a diario se publican las fotos de Dumek y Manolo en la misma reunión: con sus gabinetes, con el Ministro del Interior, con el Real Cartagena, con el Ministro del Posconflicto… en fin.

No obstante, dos preocupaciones iniciales se pueden identificar en el comienzo de esta sana alianza.

La primera, que la “gasolina” del entusiasmo inicial se acabe, y que la dinámica de cada gobierno termine por consumir a sus gobernantes. Esta preocupación es despejable habida cuenta del tesón reconocido de gobernador y alcalde. Deben dar ejemplo y no pueden claudicar en la cristalización de las tareas conjuntas.

La segunda preocupación puede provenir del equipo de gobierno: quien no tenga compromiso y no ofrezca resultados, debe ser separado de inmediato. Ni el Departamento ni el Distrito soportan un funcionario mediocre más, una “corbata” más. Si están allí es para trabajar.

El buen ejemplo debe contagiar y es pertinente sugerirle a los gobernantes que, tal como lo han planteado en diferentes pronunciamientos, pasen a la acción con otros actores: el sector privado, el sector social, el sector cultural, el sector parlamentario, entre otros.

De igual forma se deben identificar agendas conjuntas y resultados a la vista, y esperar receptividad, proactividad y entusiasmo de esos sectores.

La cosa comienza bien, pero es solo el comienzo, y lo verdaderamente importante es la manera en cómo termina.