En la sede de la Fiscalía seccional Cartagena, en el barrio de Crespo, se realizó la entrega formal de la pintura del Libertador Simón Bolívar que había sido hurtada del Palacio de la Inquisición (Sede de la Gobernación de Bolívar), el 15 de mayo de 2015 mientras este lugar se encontraba en reconstrucción.
La secretaria General del Departamento, Jerly Álvarez, en representación del gobernador Dumek Turbay, recibió el importante retrato por parte de Vicente Guzmán, director Seccional Fiscalía de Cartagena.
Durante la diligencia de recuperación de esta antigüedad, las autoridades dieron con la captura de Wilson Alexander Cano García, alias “el zarco”, acusado de cometer el delito de Receptación Agravada. Aunque el particular no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía, fue cobijado con medida intramuros en la cárcel de Bella Vista de Bello (Antioquia) y puede enfrentar una pena de entre 4 y 12 años sin posibilidad de ser excarcelado.
“De parte del señor gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, felicitar a todos los funcionarios del CTI y la Fiscalía por recuperar el cuadro que tiene un invaluable valor histórico no sólo para los bolivarenses, sino para todos los colombianos debido a que hace parte de la historia de nuestro país y fue pintado en un momento trascendental como es la puesta en vigencia de la constitución de 1886 por Rafael Núñez”, afirmó Jerly Álvarez, secretaria General de la Gobernación de Bolívar.
Por su parte, Vicente Guzmán, director de la Seccional Cartagena Fiscalía General de la nación explicó: “esto es producto de un seguimiento de hace más de 10 meses que nos arroja como resultado evidencia de que la pintura la tienen a la venta por $ 150 millones, en la ciudad de Medellín. Por medio de una persona infiltrada pudimos recibir imágenes de la pintura y, al compararla, un experto en artes plásticas de la Fiscalía con un software logra demostrar la veracidad de la pintura y ahí se toma la determinación de montar todo un operativo para recuperarla”
Este óleo fue pintado por el maestro Epifanio Garay en 1886, época en la que se puso en vigencia la constitución por parte del entonces presidente de la República, el cartagenero Rafael Núñez. El cuadro mide tres metros de alto por 2.5 de alto y su valor es incalculable por la historia que representa para los bolivarenses y toda Colombia. Después de su entrega, la pintura va hacer llevada a la escuela de Bellas Artes para sus mejoras y conservación debido al maltrato y el mal uso que recibió, para luego volver a su lugar original, una vez termine la restauración del Palacio de la Proclamación.