El presidente del Concejo, javier Curi, dijo que la ciudad necesita el liderazgo del alcalde Manolo duque y el compromiso comunitario del Concejo Distrital. “Sabemos la receta, solo tenemos que aplicarla”, expresó en su discurso de clausura del primer periodo de sesiones ordinarias:
Señor Alcalde, Honorables Concejales
Ha caído el telón de las primeras sesiones ordinarias del Concejo de la ciudad correspondiente al primer periodo constitucional. Fue un tiempo matizado por las realidades que surgieron de los nuevos ordenamientos jurisprudenciales que rigen la elección de funcionarios de su competencia: se eligió al personero y a la contralora distrital sin la menor duda por parte de la Mesa Directiva, pese las limitaciones reglamentarias en la materia, que se dio cumplimiento a lo preceptuado en las mismas y lo ordenado por las instancias judiciales.
Así mismo, se destaca la labor deliberativa de los concejales en las que las distintas bancadas de los partidos políticos y movimientos cívicos presentaron más de 60 proposiciones. Se abordaron distintas problemáticas de la ciudad en aspectos vitales como el sistema de transporte masivo, seguridad ciudadana, abastecimiento energético, infraestructura pública: mercado Santa Rita, Central de Abastos, túnel de Crespo, paseo peatonal de Bocagrande, puente de la Tarima, el modelo de salud y educación del Distrito, entre otras.
Media docena de proyectos de acuerdo se presentaron, a iniciativa de la bancada de la U y el Ejecutivo, en materias como protección del consumidor, declaratorias de los paseos peatonales para zonas para actividades culturales y deportivas, la actualización del sistema distrital de discapacidad e inclusión social, mínimo vital de agua potable, un nuevo producto para ampliar la oferte turística de la ciudad Acuatax, y la cesión a titulo gratuito de predios fiscales ocupados con viviendas de interés social.
Así mismo las distintas audiencias públicas y sesiones informales programadas fueron el escenario propicio donde se escucharon las voces y el clamor de comunidades, líderes de barrios, juntas de acción comunal, grupos poblacionales, y ciudadanos. Toda una muestra de diversidad y heterogeneidad de personas que habitan este territorio; desde los corregimientos, las grandes barriadas de la zonas suroriental y occidental pasando por la isla de Manga hasta la península de Bocagrande, todos ellos constituyen un ejemplo vivo de las transformaciones sin precedentes que ha registrado la ciudad de Cartagena durante los últimos años.
Y su mensaje fue muy claro: nos reclaman a nosotros los políticos, sus representantes, que adaptemos los marcos normativos, las prácticas políticas, las políticas públicas, nuestro propio liderazgo a las nuevas demandas y expectativas de esa gran fuerza transformadora que ellos encarnan. No nos llamemos a engaño: hay frustración en la ciudadanía, hay descontento con las instituciones.
No es posible que para cumplir con las competencias que señalan la Constitución y la ley en materia de desarrollo urbano, ordenamiento del suelo, acceso a la educación y a la salud se tenga que recurrir a fallos de jueces y magistrados.
¿Para qué debatimos sobre el derecho a un mínimo vital de agua en el seno de este recinto si hay comunidades como la urbanización Sevilla esperando por más de 10 años la simple posibilidad de contar con el acceso al servicio; trenzadas en una disputa con poderosos quienes actúan en defensa del bien común y hoy continúan en medio de un limbo jurídico de nunca acabar? Aquí fuimos testigos del llanto de una madre suplicando por ayuda y algo de compasión por un derecho a ser tratada dignamente. ¿Qué clase de territorio de paz pude ser Cartagena?
Esta administración ha interpretado este desencanto y propuso ponerle rostro humano a su gobierno como solución. Entiendo que concentrara todas sus acciones en los derechos y el bienestar de la comunidad y la persona.
Por eso ha sido bien recibido el hecho de que haya rescatado el proyecto de acuerdo mediante el cual se concede autorizaciones al alcalde para ceder a título gratuito el dominio de predios fiscales ocupados con viviendas de interés social. Y que cursa el trámite respectivo, el cual debería servir de insumo para la formulación de una política pública de la ciudad toda vez que el mayor elemento de inequidad y desigualdad en la ciudad lo constituye la concentración de la tierra en pocas manos.
Humanizar el ejercicio de gobierno es una tarea loable. Ello implica cambios en los modos de pensar y de actuar como colectividad al igual que mantener una aptitud hacia la construcción de solidas y necesarias alianzas entre gobierno, tejido social y empresarial. Estas son las bases del trípode para un progreso justo, equitativo y colectivo.
El mensaje que hoy les presento a mis colegas en el preámbulo de esta administración es que si queremos lograr que la gestión de los asuntos públicos de la ciudad mejore y se traduzca en resultados concretos necesitamos:
El liderazgo de un alcalde que asuma funciones como planificador, organizador, y controlador de la organización que dirige, esto es, que gobierne con demostrado liderazgo y criterios gerenciales que busquen el mejoramiento continuo de la administración aumentando la coordinación, concurrencia y subsidiaridad entre los distintitos niveles de la administración
Un Concejo que represente y abogue por la comunidad y de ser necesario desafiando, con la denuncia, a que los que toman decisiones en otros niveles de gobierno protejan los intereses de los ciudadanos; un Concejo que establezca un diálogo permanente con todos los actores sociales, compartiendo opiniones sobre problemas de ciudad y recomendando soluciones concretas; un Concejo que mantenga la transparencia de sus decisiones y explique sus acciones y políticas al conjunto de los ciudadanos.
Una ciudadanía para la acción que participe en la búsqueda y preservación del interés colectivo, ejerza responsablemente sus derechos y cumpla con sus obligaciones.
Cartagena no es una ciudad pobre… es una pobre ciudad que seguirá en ese estado en la media en que solo existan oportunidades y opciones para un pequeño grupo de su población. Sabemos la receta. Solo tenemos que aplicarla.
De esta manera declaro formalmente clausuradas las sesiones ordinarias.
JAVIER CURI OSORIO
Presidente Concejo Distrital de Cartagena