Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- Spencer Tunikc acaba de encuerar en Bogotá a más de seis mil personas para una foto, la mitad de ellas mujeres. En Cartagena, una chica acaba de ganar un concurso en Facebook con una foto de su hermoso cuerpo, en bikini, dentro de una campaña cívica para promover valores ciudadanos.
En la plaza de Bolívar de Bogotá desfilaron para el lente del afamado fotógrafo gringo, mujeres de todas las condiciones corporales: jóvenes, viejas, maduritas, gordas, flacas, rellenitas, arrugadas, panzúas, con celulitis, con estrías, con varices, torneadas, blancuzcas, morenas, bronceadas…
En la campaña promovida desde la oficina de Comunicaciones de la Alcaldía de Cartagena participaron personas de todos los estratos, de todos los rincones de la ciudad, y la condición para ganar era obtener más “likes”, pero siempre mostrando la bandera cuadrilonga.
A Tunick lo aplaudieron con resonancia y le agradecieron por meter a Colombia dentro de su listado de países de avanzada en pensamiento y libertad.
A Juan Carlos Díaz, jefe de Comunicaciones de la Alcaldía, no le han llovido elogios sino truenos en las redes sociales.
Vean esta perla de un invento llamado dizque “Mesa del Movimiento Social De Mujeres”, que no está constituido por inquisidores nombrados por la Corona de España del siglo XVII, sino un “espacio constituido por diversas organizaciones sociales de la ciudad y el departamento”. Se unen a la algarabía y rechazan la fotografía elegida como ganadora. Vean el argumento (no se rían, es un “argumento”): «esto demuestra que persiste la cultura machista, pero aún más grave el sentido poco certero y consecuente de la administración en las políticas públicas de las mujeres y del respecto (sic) por símbolos patrios”.
Ergo, las miles de mujeres bogotanas (arriba descritas) que se encueraron para Tunick no encuadran en la “cultura machista”, pero basta que una hermosa cartagenera adorne con su cuerpo una foto para participar en un concurso cívico, y de zas zas “irrespecta” los símbolos patrios.
A la bella ganadora hay que agradecerle por mostrar su cuerpo, por dejar espacio para la imaginación, por fomentar el sentido cívico.
A Díaz y el equipo de Comunicaciones hay que felicitarles por hacer. En una ciudad donde los liderazgos son escasos, resulta encomiable que este colectivo de prensa lidere algo tan constructivo y edificante como el fomento del amor y del respeto por nuestros símbolos. Pocos han sido los equipos de prensa que puedan decir que hicieron y que lideraron, más allá de escribir comunicados.
Los que no hacen nada, nunca esperan que se les critique. Los que hacen, saben que críticas vendrán, sobre todo de los necios o de la Inquisición. ¿Y qué? Tengo entendido que en San Jacinto nadie nació el día que repartieron los miedos.