Por John Zamora – Director Revista Zetta.- Balas, muertos, masacrados, secuestrados, extorsionados y desplazados fueron el cuadro que pintó por muchos años, con sangre de inocentes, la violencia en los Montes de María.
La política de seguridad democrática del entonces presidente Álvaro Uribe, hay que reconocerlo, le devolvió la tranquilidad a la zona. El criminalmente famoso y sanguinario frente 35 de las Farc fue desmantelado y su cabecilla, el terrorista Martín Caballero, fue abatido. La carretera dejó de cerrarse en las noches y se pudo viajar sin temor a una “pesca milagrosa”. Otros no menos sanguinarios, los “paracos”, también fueron neutralizados luego de ejecutar matanzas tan dolorosas como las de Chengue o El Salado.
Los Montes de María comenzaron a cerrar esas páginas horrendas, volvieron la mirada al campo, y empezaron a labrar un mejor futuro.
Junto a los devaneos del gobierno Santos, se abona en algo que el entonces gobernador Gossaín comenzó a decir que “el posconflicto ya comenzó en los Montes de María”, y se apreció el trabajo de la comunidad internacional y la sociedad civil por rescatar a plenitud la zona, como los esfuerzos de la Fundación Semana en El Salado, entre otros.
Quedó demostrado que el corazón de los colombianos y bolivarenses alberga un espacio muy grande para los Montes de María, y que sus gentes anhelan una paz con oportunidades.
El punto más alto en los actos del corazón lo puso esta semana la Vuelta a Colombia con la etapa inédita que llegó a La Cansona, en la parte alta de las montañas de El Carmen de Bolívar. Un acierto de la Federación Colombiana de Ciclismo inspirada en la gestión, insistencia y respaldo del gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz.
Como hijo de la zona y de ese municipio, el gobernador Turbay identificó esta oportunidad y la capitalizó. No era solo una etapa ciclística, era decirle a los Montes de María que, de verdad, estaban de regreso a la vida, que hacen parte de la agenda nacional y que pueden contar con el país así como el país cuenta con sus habitantes.
Varias veces se le ha escuchado decir al gobernador que “con JuanMa hacemos un gran equipo” y el presidente lo confirmó al acompañar a la caravana ciclista en la llegada a La Cansona y en la confirmación del “Contrato Paz” que traerá 2.2 billones en inversión social para los 15 municipios de los Montes de María, entre Sucre y Bolívar.
Por vía de concertación entre las provincias, el gobierno central y las comunidades, se prioriza para que, sin importar los funcionarios que salen y entran al poder, las obras se hagan. El Contrato Paz van a sentar a gobernadores, alcaldes y la comunidad para definir las obras, como la carretera Transversal de los Montes de María, a la que le faltan 4 kilómetros para llegar a Macayepo.
El plan de desarrollo “Bolívar Si Avanza” ya había vislumbrado todo un cúmulo de acciones en las que, definitivamente, es imperativa la “chispa” de los alcaldes municipales para tomarle el ritmo a Turbay y traducir el plan en hechos. Por algo recalca que es un “gobierno de resultados”.
No es solo con el corazón que los Montes de María si avanzarán. También con la razón de los planes, las inversiones y los resultados prontos y duraderos.