La posibilidad de construir marinas en Manga, Laguito y Castillogrande tiene respuestas idénticas: ¡No, no y no!
Aunque la Dimar pretende pasar de agache y refugiarse en tecnicismos para sostener que hasta el momento todos los proyectos están en “pre-factibilidad”, lo cierto es que inversionistas privados se están frotando las manos de la alegría al ver que sus intenciones prosperan en Manga, Laguito y Castillogrande.
Frente a ello, la comunidad expresó un rechazo total y absoluto, como pocas veces en Cartagena, y puso de presente la “monstruosidad” que se pretende instalar sobre la bahía, tomándose espacios en tres puntos del paseo de Manga, en frente de la iglesia de Bocagrande, en la parte final de Castillogrande, y en El laguito, tanto en la laguna interna como en la parte externa llegando al hotel Hilton.
En sesión ventilada en el Concejo Distrital de Cartagena, se escucharon distintas voces que coincidieron en rechazar semejante despropósito urbanístico, con el falso argumento de una pretendida competitividad, generación de empleo o desarrollo.
El ingeniero William Murra denunció presiones del vicepresidente Germán Vargas Lleras y del presidente de Findeter, Luis Fernando Arboleda, y dijo que hay que decirle “no a la imposición de cachacolandia”, a la par que anunció la disposición de liderar un gran paro para defender los derechos de la ciudadanía.
“No hay servicios públicos ni capacidad de movilidad, y otros aspectos que hacen imposible pensar en esas marinas”, expresó el dirigente. También advirtió sobre el cable de fibra óptica que llega a la punta de Castillogrande, sobre el cableado de energía eléctrica, sobre las redes de alcantarillado, sobre los kioscos que traerían focos de parranda, sobre el ruido de los motores, sobre las estaciones de combustible marino.
“Nadie es enemigo de las marinas, pero deben localizarse en otros sitios como Barú, Zona Norte o Tierrabomba, eso sí, en concertación con las comunidades, no a la brava”, advirtió.
Frente a la pregunta de los periodistas que recordaron el pronunciamiento del alcalde Manolo Duque cuando dijo “las marinas no van”, Murra Batum dijo: “Estoy convencido que Manolo cumple con su palabra. Lo único que me preocupa es el señor Arboleda de Findeter está con el cuento de las marinas, y la señora de Planeación Distrital es amiga de él. Y ella tiene que coger el toro por los cachos y ojalá no vaya a engañar al alcalde. Por favor Manolo, no sabes el trabajo que nos costó elegirte alcalde de Cartagena, no defraudes a los electores y a la ciudad”.
Julio Romero, de Asomanga, detalló los desafueros que se han venido registrando en torno a los proyectos que se pretenden instalar sobre el paseo peatonal, y dijo que “seguiremos en pie de lucha” a la vez que Gina Olmos de Trucco, de Bocagrande, dijo que se debe defender a Cartagena, a su espacio público, a la visual que todos tienen derecho a disfrutar porque “es patrimonio de todos”.
Federico de la Rosa, Edil de la localidad 1 y miembro de Asomanga, aseguró que la oposición a las marinas está arraigada, y cada vez que hay un debate se da cuenta que tales proyectos van más avanzado y que se espera que después de este debate salga algo positivo para un contundente No a las marinas.
