En el marco del primer Congreso Internacional Derecho Empresarial, Contable y de los Negocios, que se desarrolla en Cartagena, el presidente de Confecámaras Julián Domínguez, exaltó la labor de las cámaras de comercio del país como actores para el desarrollo de las regiones de cara al posconflicto.
El directivo también destacó el papel de las asociaciones público privadas, que cobrarán mayor relevancia en esta nueva etapa que vive el país para robustecer al empresariado colombiano con miras a ser más competitivos en procura de la globalización.
Para Domínguez, la competitividad se logra mediante la adopción de una visión conjunta en las regiones, especialmente en aquellas que requieren mayor institucionalidad y tejido empresarial, lo cual se facilitaría durante el proceso del posconflicto.
En cuanto al tejido empresarial, Confecámaras presentó cifras con respecto a las sociedades vigentes en Colombia en formalización empresarial. El número de matrículas nuevas se incrementó en un 9.6% con ley 1429 de 2010. Solo el 1,3% son empresas multirregionales que han expandido su operación en otras zonas de país a través de sucursales y agencias. En cuanto a la llegada a los mercados internacionales, el 0.8% de las empresas del país son exportadoras.
Entre el 2010 y 2014, se realizaron inversiones por $ 172,4 billones, a través de la constitución de 24.589 sociedades. Los principales sectores receptores son transporte de materiales como tubería o ductos, mercado de valores y actividades inmobiliarias.
Según Julián Domínguez, para ser competitivo se requiere de la innovación. En Colombia se solicitan 6,12 patentes de invención por cada 10.000 empresas.
En cuanto a la perdurabilidad de las empresas, el 86% de las sociedades en el país son de edad joven (0 a 4 años) y medianas (5 a 24 años). Sin embargo, la fragilidad financiera de las empresas, según Confecámaras, en el 2014, identificó a 1.583 empresas en peligro de insolvencia siendo el 77% pymes pertenecientes a los sectores minero, agropecuario e industria.
El reto para las cámaras de comercio existentes en el país es seguir trabajando de la mano con las regiones, sus empresas y ser gestores de la confianza ciudadana especialmente en esta nueva época que trae el posconflicto.