Cartagena estrena “Bossaball”, nuevo deporte de multitudes

Los 1.425 alumnos de la institución educativa Nuevo Bosque quedaron perplejos al ver que en la mitad del patio se infló una gigantesca cancha donde se jugará un nuevo deporte de multitudes: el Bossaball.

La novedosa superficie no solo tiene una amplia zona inflada, sino que tiene una red que divide la cancha en dos sectores y, en cada uno hay un “brinca-brinca”. Todos se preguntaron: ¿y eso qué es?

Varios de los alumnos ayudaron a dar con la respuesta, pues colaboraron con la instalación de la novedosa cancha y, animados por la curiosidad, fueron los primeros practicantes en Cartagena de un nuevo deporte que viene siendo la sensación en Europa, y que tuvo una exhibición hace una semana en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

El deporte combina fútbol, voleibol y gimnasia, y está concebido para la educación, pues estimula el desarrollo sicomotor de los alumnos, contribuye a su crecimiento físico y afianza sus valores humanos.

Esta disciplina deportiva, nacida en Bélgica, se juega apenas hace diez años en Europa, y hace tres años llegó a Colombia, donde se viene popularizando gracias a su concepción pedagógica. Niños de barrios y colegios oficiales de Bogotá ya conocen sus bondades gracias a su categorización como Centro de Interés.

El alcalde Manolo Duque conoció el proceso y comisionó a la Secretaría de Educación Distrital para elaborar un proyecto piloto, que se desarrollará como un componente de la Jornada Única en la I.E. Nuevo Bosque.

Este viernes será el gran lanzamiento con presencia del propio alcalde Duque Vásquez, así como el secretario de Educación, Germán Sierra Anaya.

Bossaball

Bossaball es un deporte  creado en el 2006 por Filip Eyckmans, un belga radicado en España desde hace más de diez años.  Es una contribución al deporte que promueve un estilo de vida sano, es una  tendencia competitiva que comienza a abrirse espacio en el mundo, en medio de los deportes tradicionales.

Bossaball integra deporte y música en un mismo espacio. Toma elementos de varias disciplinas como: voleibol, fútbol y  gimnasia, acompañado de exóticos ritmos brasileros. Se juega sobre una cama inflable, que consta además de dos trampolines, uno a cada lado del campo de juego y separados por una malla, similar a la de voleibol. Se juega de manera competitiva y recreativa.

Los jugadores desarrollan habilidades y destrezas basadas en los deportes que se integran y desarrollan de manera creativa un espectáculo muy vistoso, donde sobresalen el trabajo en equipo para lograr los objetivos colectivos y las fortalezas individuales basadas en la capacidad deportiva de los jugadores. Como toda disciplina deportiva, permite fortalecer habilidades básicas como son la velocidad, la agilidad, la resistencia, la fuerza, la elasticidad y coordinación. Adicionalmente en los procesos de formación fortalece el desarrollo de valores asociados a actividades en equipo, la cooperación y participación.

Promueve un estilo de vida activo basado en valores educativos, culturales y sociales, facilita la participación en la vida social, fomenta el sentido de pertenencia, la tolerancia, la aceptación de la diferencia y  el respeto por las normas.

Permite desarrollar la creatividad del equipo y combinar diferentes partes del cuerpo en la búsqueda de los objetivos individuales y colectivos durante el juego, lo cual implica un nivel de concentración muy alto porque la respuesta del equipo rival se hace de cierta manera impredecible.  Los equipos avanzados en la práctica de Bossaball hacen de estos  eventos espacios de encuentro muy vistosos, donde puede apreciarse la expresión artística y deportiva de los movimientos corporales y de la música.

El objetivo de este deporte es anotar en el campo rival. El juego se desarrolla con dos equipos de 4 o 5 personas en cada lado sobre un dispositivo inflable de quince metros de largo por veintidós metros de ancho y una altura de cuatro metros que permite  una mayor visibilidad en los saltos.