Por Antonio Quinto Guerra Varela (Especial para Revista Zetta).- Después de nueve meses de llevar un seguimiento detallado a la gestión del Alcalde de Cartagena, propongo un compromiso ciudadano desde la palabra y la crítica constructiva, donde podamos exigir celeridad, eficiencia, transparencia e incidencia a cada una de las actuaciones de la administración distrital. Porque Cartagena merece soluciones integrales; los esfuerzos segmentados para darle fin a las problemáticas que nos aquejan a todos los cartageneros no dejarán de ser “paños de agua tibia” ante la complejidad y estructuralidad de dichos problemas.
Comencemos hablando de unos temas que toman mucha relevancia por estos días, como lo es el de la inseguridad, siendo este el mayor flagelo que atenta contra la vida, honra y bienes de los cartageneros; el incremento de bacrim, pandillismo, hurtos, homicidios y extorsiones, que han convertido a Cartagena en el escenario perfecto para tal fin; la falta de mecanismos que garanticen una política pública, tendientes a combatir el delito desde la perspectiva de la inversión social en programas preventivos, psicosociales y educativos lo cual conlleva a la carencia de autoridad administrativa, policiva y operativa. El problema de movilidad y sus restricciones como medidas para la mitigación y con la entrada en vigencia del Decreto 1328 de 2016 y las restricciones de parrilleros en algunos barrios de la zona norte, muchas son las reflexiones que podemos exponer para el debate publico. Es muy triste pensar que con restricciones vamos a solucionar todo el caos que nos conlleva la falta de vías, el aumento del parque automotor, el crecimiento urbano irregular, la falencia del transporte público, el mototaxismo, y la inseguridad.
La calidad de vida de los cartageneros no llegará con la limitación temporal a la circulación de vehículos por las principales vías, ¡porque no tenemos vías! Esta llegará cuando la administración materialice una planificación que proporcione de forma real un espacio urbano que satisfaga sus necesidades. El problema estructural de movilidad que nos aqueja se ataca con planificación, es desde allí donde cuestionare la gestión pública.
¿Cuál es la visión holística desde la que se funda la planificación de Cartagena como territorio?
¡Reflexionemos! Además de la inseguridad y de las restricciones en movilidad, ¿existe un Plan de Ordenamiento Territorial que disponga estrategias integrales para la ciudad? ¿Existe Plan Maestro de Seguridad y de Movilidad?
La planificación no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes. (P. Duker)
ANTONIO QUINTO GUERRA VARELA
CC #73,098,381 de Cartagena.