Los violadores deberán someterse a castración química, según establece un proyecto de ley presentador por el congresista del partido de la U, Alonso del Río Cabarcas.
La iniciativa fue radicada en medio de la conmoción nacional por el brutal caso de violación y asesinato de la niña Yuliana Sanbony, en Bogotá-
Según Del Río, desde el Congreso no es posible hacer oídos sordos frente a un hecho que marca la cruel historia de ataques contra la infancia en el país, y el nombre de Yuliana Sanbony debe ser recordado y honrado.
El proyecto de Ley denominado Ley Yuliana Sanbony busca “dar protección en casos de delitos contra la libertad, integridad y sexualidad de la niñez colombiana, a través del método de castración química como medida complementaria a la pena privativa de la libertad”.
A través del proyecto, con una modificación al artículo 208 del Código Penal, se da la posibilidad y autonomía al juez de determinar la aplicación del método de tratamiento médico conocido a nivel internacional como “castración química” para proteger a una población vulnerable que se encuentra cobijada por dictámenes de la Corte Constitucional, el derecho internacional y la ciencia.
El proyecto busca crear un precedente y convocar a la ciudadanía indignada del país a realizar aportes, opiniones e ideas que serán recibidas por el congresista Del Río a través de su cuenta de correo electrónico alonsojdelrio@hotmail.com y a través del numeral #LeyPorYuliana o su cuenta de twitter @AlonsoJDelRio en redes sociales.
El congresista busca dar voz a una ciudadanía indignada para complementar un proyecto en el que viene trabajando desde hace meses y que hoy responde a la indignación nacional surgida del inclemente acto criminal cometido contra la menor, sin que caiga en el populismo punitivo de radicar un proyecto a partir de la coyuntura, que caiga en vicios de constitucionalidad como en el pasado ha sucedido con los intentos de implementar este tipo de castigo y tratamiento en el pasado.
El objetivo es aplicar una solución que ha sido aplicada y probada en otros países como efectiva para reducir los deseos sexuales desviados de los atacantes sexuales. La violencia sexual contra menores ha alcanzado dramáticas cifras, a tal punto que en el país cada hora dos menores están siendo violados y desde Medicina Legal se advierte que incluso hay un sub-registro frente a la materia.