El diario El Mundo, de España, publicó este artículo en su página web (www.elmundo.es).- Marco van Basten, director de desarrollo técnico de la FIFA, ha planteado una serie de medidas que pueden revolucionar el fútbol del futuro. El ex delantero holandés, hombre de la máxima confianza de Gianni Infantino, propone «buscar maneras para hacer el juego más dinámico e interesante». Esta es una selección de sus novedosas ideas, filtradas durante una entrevista con el diario alemán Sport Bild.
1. Los mano a mano, en lugar de los penaltis
El Mundial 2026, con 48 selecciones distribuidas en 16 grupos, originaría situaciones de gran conflicto, especialmente en la última jornada. La sombra del ‘biscotto’, a juicio de Van Basten, se eliminaría con un desempate de cinco ‘shootout’. Es decir, un cara a cara donde el delantero dispone de 25 metros y ocho segundos para el gol. Este sistema ya se utilizó hace tres décadas en la MLS estadounidense.
2. Adiós al fuera de juego
«El fútbol cada vez se parece más al balonmano, con equipos muy defensivos levantando un muro en su área», analiza el triple ganador del Balón de Oro (1988, 1989 y 1992). «En el hockey sobre hierba se eliminó la norma del fuera de juego y no hubo problema. Sin esta norma habría más oportunidades para los delanteros y más goles en cada partido».
3. Exclusiones en lugar de amarillas
Los paralelismos con el balonmano vuelven a surgir en los planes de Van Basten, favorable a aplicar inferioridades «de cinco o 10 minutos» para los infractores. «Si ya es complicado jugar 10 contra 11, imaginen lo que sucedería 8 contra 11», vaticina el ex delantero holandés.
4. Expulsiones por número de faltas
Las tarjetas rojas, poco frecuentes en el fútbol actual, podrían evolucionar hacia una versión más propia del baloncesto. Es decir, un equipo perdería a un futbolista en caso de que cometiera un número determinado de infracciones. De este modo se frenaría la reiteración de faltas.
5. Últimos 10 minutos con reloj parado
Las alevosas pérdidas de tiempo en el tramo final de los partidos deslucen el espectáculo. Para potenciar la igualdad, de nuevo a imagen y semejanza de otros deportes ‘indoor’, Van Basten pretende parar el reloj durante los cambios, la atención a los lesionados o en cualquier otra situación donde el balón no esté en juego. «Cada segundo el balón tiene que rodar», sostiene Van Basten.
6. Calendario menos cargado
«Debemos centrarnos en la calidad del juego y deberíamos reducir el número de partidos oficiales de 80 a un máximo de 50. No se trata de un problema de dinero, ya hay mucho en nuestro fútbol». El plan del campeón de la Eurocopa de 1988 pasa por descargar un calendario que asfixia a las estrellas y condiciona los planes de los clubes que mantienen sus fichas.
7. Las protestas, sólo el capitán
«Únicamente el capitán debe hablar con el árbitro», sostiene Van Basten, sin citar el ejemplo del rugby, el mejor ejemplo de cortesía de los jugadores con el juez. De este modo se suprimiría el poco edificante espectáculo de las protestas, que a veces desencadenan en violencia física.
8. Más cambios, más dinámicos
El momento de los cambios genera demasiadas controversias. Por un lado, Van Basten pretende que pudieran realizarse con el balón en juego, aunque eso dificulte la tarea del árbitro. Además, la entrada de hombres de refresco aportaría más espectáculo en el tramo decisivo de las eliminatorias. «Vería bien uno o dos cambios adicionales en la prórroga».