Más pendientes del pastor que de las reinas – Crónica de John Zamora

Reinas 22Por John Zamora (Director Revista Zetta).- Así son los días de nuestra Cartagena de Indias. Lunes 13 de marzo. Temprano se levantaron las 23 candidatas del Concurso Nacional de Belleza y se fueron para la Gobernación de Bolívar, donde eran esperadas por todos los empleados, contratistas y espontáneos. Eso fue en predios de Turbaco, pero solo a 200 metros de Cartagena, donde muchos estaban pendientes de otro asunto: los decires del pastor Miguel Arrázola.

El desfile de la mañana estaba previsto y resultó rutinario: reinas y pasarela. El de la tarde resultó inusitado y altisonante: pastora y denuncias. O mejor, contradenuncias.

Todo porque días atrás el pastor Arrázola dijo muchas cosas, como siempre las dice, ante sus atildados feligreses. El único detalle es que parte de lo dicho se filtró a la prensa bogotana, la de Noticias Uno, que se deleita cada vez que Arrázola da papaya.

Con tono de “Stand up comedy”, el líder espiritual habló de Isis, Al Jazeera, judíos y maricas y mariquitas empolvadas como línea argumental para despreciar –eso suponemos todos- el texto aparecido días atrás, firmado por Edison Lucio, donde denunciaba su “roscograma” familiar, con altísimos honorarios para el pastor, la pastora esposa, los hijos pastores y los suegros.

Pastor 1Y digo “suponemos todos” porque lo divulgado por Noticias Uno no registra en momento alguno que Arrázola se refiera directamente a Lucio. Pero la suposición es válida cuando se trata de “blanco es y gallina lo pone”. Y dijo –frente a su hilarante público- que aquel se había ganado una “garnatá”, que tenía unos manes “tablúos”, que “Nigeria” (supongo que es un gorilón guardaespaldas) ya lo hubiera matado, y hace rato estuviera en lo más profundo de la ciénaga de la Virgen, pero menos mal, que “dale gracias a Dios que soy nacido nuevo, tengo el Espíritu Santo y Jesucristo en mi corazón”. ¡Menos mal! ¡Dios nos libre de su ira santa!

De inmediato, Lucio se declaró víctima de amenaza de muerte, anunció denuncia penal a Arrázola, y depositó el caso en organizaciones defensoras de la libertad de prensa. No era para menos.

Entre tanto, las reinas de Raimundo salieron de la Gobernación al terminar el evento, y a las 10 de la mañana estaban desocupadas. A volver al hotel, a desmaquillarse, a despeinarse, a desentaconarse y a prepararse para el evento de la noche, el Banquete del Millón, y volver a maquillarse, peinarse y entaconarse.

Mientras las reinas en la tarde se desenmaquillaban y maquillaban, despeinaban y peinaban, y se desentaconaban y entaconaban, en la Defensoría del Pueblo apareció muy bien maquillada, peinada y entaconada, y también muy emputada, la pastora María Paula García de Arrázola, esposa de Miguel Arrázola, quien después de hablar con el defensor regional Roberto Vélez, leyó un crispado comunicado donde lanzó rayos y centellas contra el “pseudoperiodismo”, videos y frases editadas fuera de contexto, chismes de esquina de barrio, hostigamientos, intimidaciones, anónimos, testimonios falsos, señalamientos irresponsables, abusivos, groseros…

Pastora 1En una retahíla conspicua, dijo que “de manera irresponsable y mentirosa algunos que se hacen llamar periodistas publican cifras de nuestros sueldos que claramente son inventivas”… y también encaró a Martín Santos, hijo del presidente Santos, y le preguntó si un trino suyo lo interpretaba como una amenaza, como una persecución o como una intimidación…

Y dio dos motivos de lo que considera la causa de todo ese alud infausto: haber promovido el NO en el plebiscito y porque en Colombia hay persecución religiosa.

En lo único en que coincidió con Lucio es en declararse en peligro de muerte, junto a su familia. Mientras Lucio responsabiliza a Arrázola, la señora de Arrázola responsabiliza al gobierno nacional.

La retahíla fue elocuente, transmitida en vivo por su emisora Ola Radio, y todo terminó con aplausos de muchos fieles que gritaban “yo hago con mi plata lo que me da la gana”, en alusión al diezmo que generosa y puntualmente entregan a Ríos de Vida.

Pero yo creo que lo que más le ha dolido en todo este episodio no son las amenazas ni las mentiras, sino que se refieran a sus a sus feligreses como también muchos aluden a las reinas de belleza: borregos incautos, descerebrados, imbéciles, brutos, animales… “Ya basta, exijo respeto”, dijo y se marchó. Y ahí terminó su día, no así el de las reinas.

En la noche, las maquilladas, peinadas y entaconadas beldades nacionales acudieron al Banquete del Millón, que, menos mal, es católico, porque si fuera de la iglesia Ríos de Vida se llamaría el “Banquete de los $900 mil”, por el consabido diezmo de $100 mil para los pastores Arrázola… Así son los días de nuestra Cartagena de Indias.

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