Por Erich Piña Féliz (Concejal de Cartagena – Especial para Revista Zetta).- Me atrevo a afirmar que el Cerro de La Popa es el relieve más estudiado, diagnosticado e investigado en la región. Múltiples son los estudios con sus respectivas recomendaciones que han realizado respetables académicos investigadores e instituciones, en los que nos han alertado desde hace bastante tiempo sobre las medidas preventivas y correctivas que se han debido tomar desde hace décadas y sobre las cuales aún la ciudadanía no conoce su impacto. Hoy cuando un impresionante video nos muestra el estado de las grietas y la respuesta natural del terreno a la erosión y a la deforestación a la que ha sido sometido el Cerro; nos rasgamos las vestiduras para tomar medidas acordes con la gravedad de la situación y que en alguna medida mitiguen el daño causado por tantos abusos al terreno, por tantas invasiones sin control, por tanta negligencia, falta de autoridad y falta de conciencia sobre el cuidado y la protección de nuestras riquezas y reservas naturales.
El tema del Cerro de La Popa tiene muchas aristas, sin embargo hoy quiero llamar la atención sobre una de ellas y es la relacionada con el riesgo con el que hemos convivido en Cartagena dado que como consecuencia de lo erosionado y deforestado del terreno, sobrevengan derrumbes de gran magnitud con saldos fatales en víctimas y daños materiales. Al igual que en otros temas asociados con la prevención de desastres, los cartageneros nos hemos acostumbrado a convivir de manera estoica e inconsciente con el peligro, a no ser proactivos, si no reactivos frente a los riesgos, a no oír e implementar recomendaciones y sobre todo a no desarrollar una cultura preventiva que nos proteja de los riesgos y minimice los impactos del abuso de la naturaleza. Esta falta de cultura de la prevención nos lleva a ensuciar los caños y canales, a invadir las ciénagas y humedales, a talar los pocos árboles que tenemos, a deforestar terrenos que requieren de la capa vegetal para mantenerse firmes, en fin a desconocer que la naturaleza cobra vehementemente cada agresión a su equilibrio perfecto.
Esperamos que el video no solo genere temor ante el riesgo inminente, si no que sirva para que de una vez por todas los habitantes de Cartagena le demos importancia a la prevención y atendamos normas de autocuidado y protección. Urge adelantar campañas informativas con las personas que habitan el Cerro de La Popa y los barrios vecinos, la reubicación de las familias que resultarían afectadas y sobre todo control y ejercicio de la autoridad para evitar futuras invasiones que agraven el problema.
ERICH PIÑA FELIZ
Concejal de Cartagena