Por Antonio Quinto Guerra Varela (Especial para Revista Zetta).- Después de 201 años transcurridos del Sitio a Cartagena (agosto-diciembre 1815 – 105 días), por parte del general español Pablo Morillo, donde sus habitantes fueron sometidos a todo tipo de vejámenes, perdiendo la ciudad la tercera parte de su población, qué mejor esperanza para una verdadera reconstrucción de la ciudad y de sus moradores, y compensación del Gobierno Nacional con la joya de la corona, la turística, la portuaria, la industrial, la sede alterna del Gobierno Nacional, la declarada Patrimonio Histórico y Cultural por la UNESCO, la ciudad de los contrastes, la segunda más pobre de Colombia, la quinta con mayor número de pandillas, que la expedición de la ley 178/2016 o la ley del Sitio.
Por iniciativa del representante Pedrito Pereira, se pretendió con esta norma que la Nación pudiera resarcir la deuda histórica con Cartagena por haber resistido el embate de la violencia, horror y terror, y hemos visto con objetividad la gestión del Gobierno Local, con congresistas, Cámara de Comercio, sector productivo, academia, con el Concejo, e incluso con el presidente Santos, donde públicamente en el acto de la sanción a la ley, se comprometió con la ciudad expresando “que Cartagena era su ciudad consentida”.
Con desilusión, desánimo y con mucha frustración, recibimos la decisión del gobierno nacional, en su adición presupuestal, de no incluir los recursos para materializar obras como plan maestro de drenajes pluviales, protección costera, quinta avenida de Manga, avenida del Bicentenario o primera de Bocagrande, siendo un mandato legal y un compromiso serio con la Ciudad Heroica.
Invito al gobierno local, en cabeza del Alcalde, Concejo, parlamentarios y todas las fuerzas vivas de la ciudad, a una gran cruzada por la reivindicación de nuestra dignidad y exigir la verdadera inversión social por parte del Estado, en aras de superar la pobreza extrema, mejorando el nivel de vida de los Cartageneros, ya que nos encontramos frente a una ley inocua, de meros honores, con la no asignación de recursos dentro del presupuesto nacional, que no incidirá en el bienestar colectivo de los cartageneros.
Debemos ser creativos frente a los recursos que necesita la ciudad para ejecutar el plan de desarrollo, propongo amén de continuar con las gestiones, utilizar instrumentos de financiación tales como la plusvalía, la contribución de valorización por beneficio general o directo, para estratos 4, 5 o 6, para ello actualizar nuestro estatuto de Valorización Distrital, abrir el debate público sobre la actualización del POT, y discutir el uso del suelo en ciertos sectores de la ciudad, en aras de obtener mayores recursos para la inversión social en Cartagena y lograr verdaderas soluciones serias a nuestra problemática.