El arquitecto cartagenero Álvaro Royo expresa su preocupación por la amenaza que representa una roca de 500 toneladas en el Salto del Cabrón, y nos ofrece una visión de cómo se encara un problema así en China.
No se pierda este domingo su columna «Cartas desde China».
Este es un adelanto:
«Hace unas semanas en una montaña de la ciudad de Xiamen, donde resido, hubo un desprendimiento menor de algunas rocas que llegaron a una avenida transitada, no lo vi como un problema mayor pero a los pocos días se inició un movimiento de cientos de trabajadores y maquinaria pesada, andamios y materiales para reforzarla estructuralmente. Es impresionante pero están encamisando toda la montaña con vigas y columnas de hormigón armado en una especie de cuadrícula que luego le harán un tratamiento para sembrarle plantas nativas y así evitar un derrumbe que se convierta en tragedia».