La Fiscalía General de la Nación aún no ha demostrado que alguna de las conductas que le señala al alcalde Manolo Duque las haya cometido. Puede suceder que, el algún momento, destape pruebas, pero entre tanto, el alcalde suspendido sigue disfrutando de la presunción de inocencia.
En paralelo continúa el proceso disciplinario de la Procuraduría, que lo tiene fuera del cargo por un término inicial de tres meses, prorrogables tres meses más.
Imaginemos el mejor de los escenarios: que ambas entidades archiven las investigaciones. ¿Cómo queda la gobernabilidad y confianza ciudadana? Indudablemente habrá una precariedad, en el mejor de los escenarios, iteramos.
Dados los pronunciamientos del procurador Carrillo y el trato que le ha dado al alcalde Manolo, lo más factible es que la Procuraduría amplíe la suspensión, con lo que se demoraría más el hipotético regreso de Manolo al palacio de la Aduana. Si a ello se suma la posición del fiscal general plasmada en la rueda de prensa donde anunció su captura, el panorama jurídico está muy complicado.
Ambas situaciones han desencadenado una especie de “juicio político” en medios de comunicación, redes sociales y en la cotidiana conversación de los ciudadanos. Mucha gente ya lo tiene condenado.
Ante la realidad jurídica y el clima político, el director de revista Zetta, John Zamora, fue el primero en plantear del fiscal plasmada en la rueda de aurador Carrillo y el trato que le han dado al alcalde Manolo, l tidato a la ContralorFiscalúblicamente la renuncia del alcalde como una salida a la crisis, lo que mucha gente comparte.
Luego de una semana de la captura del alcalde Manolo, la hipótesis de la renuncia ha cobrado fuerza, y mientras él espera a que se aclare el panorama con su proceso en la Fiscalía (aún este martes no ha concluido siquiera la audiencia de imputación de cargos), todavía no se conoce si acogerá esa opción.
Pese a ello, ya se comienzan a conocer manifestaciones de ciudadanos o grupos que apuntan a probables candidaturas, y en un primer corte, se puede hacer un listado de siete personas. No obstante, hay que precisar que a veces la gente no pide permiso para proponer un nombre. Estos son: Claudia Fadul, David Múnera, Fabio Castellanos, Juan Carlos Gossaín, Andrés Betancourt, Eduardo Pardo Porto y José María Caballero.
Esta es la actualidad política de estos nombres:
Claudia Fadul: es reconocida impulsadora de la campaña de Sergio Fajardo a la Presidencia, pero si se sobreviene un proceso electoral atípico para Alcaldía, sería una de las candidaturas.
David Múnera: el exconcejal tiene buena imagen, de no tragar entero y exponer argumentos, así no se compartan, pero sería un candidato serio. Lo ha pensado y la idea “le suena”.
Fabio Castellanos: El partido Verde estudiaría la posibilidad de lanzar su candidatura, pues les gustó el trabajo que hizo hace dos años. Es propositivo y líder con opinión.
Juan Carlos Gossaín: El exgobernador ha dicho miles de veces y en cuanto escenario que no está en plan de candidato, pero sus amigos no le quieren hacer caso y lo ponen a sonar, como en esta ocasión.
Andrés Betancourt: Sacó 50 mil votos a puro pulso en las pasadas elecciones, no se ha quedado quieto, y esa es una muy buena base para iniciar campaña.
Eduardo Pardo Porto: El empresario tiene “dolor de ciudad” y quiere que Cartagena salga de esta crisis rumbo hacia el progreso para todos, en franca lucha contra la pobreza.
Jesús María Caballero: Es el menos conocido de este “ramillete”. Fue profesor del colegio Salesiano hace muchos años, luego vivió en Estados Unidos, regresó y tuvo un paso por la Contraloría Distrital, con Nubia Fontalvo, quien lo llevó y lo sacó.