«La crisis institucional del Distrito no es producto azaroso del destino. La crisis institucional es resultado del accionar desordenado y voraz de nuestras elites».
«Esas rémoras perversas de nuestra sociedad, los pillos de cuello blanco enroscados con los ladronzuelos de poca monta, son quienes tienen a nuestra ciudad sumida en la pobreza de mente y espíritu».
«La corrupción es la mayor violencia de una sociedad».
«Este es el momento para que Concejo y administración nos unamos y trabajemos de la mano de ciudadanía por Cartagena».
«Hemos querido que el proyecto de presupuesto para 2018 sea un fiel reflejo de una mega-meta con la que creo debemos estar comprometidos todos los cartageneros: que Cartagena sea una ciudad incluyente y sin pobreza extrema en 2033″.
«Hemos encontrado que muchas veces los recursos públicos se diluyen entre la burocracia».
«Para llegar a la ciudad de la esperanza necesitamos construir una Cartagena donde el ciudadano recupere el espíritu de trabajar por el lugar donde vive».
«Caminando con nuestra gente hemos podido determinar que es crucial recuperar la Avenida Perimetral como un espacio para el disfrute de nuestra gente y su movilidad».
«La acupuntura urbana no está completa si no tenemos ejes creadores de empleo y de redistribución de riqueza».
«Debemos acercar la administración a la gente, con el fortalecimiento institucional de las inspecciones de policía y las comisarías de familia, así como de las Alcaldías Locales».
«Es clave para que renazca la esperanza que los cartageneros volvamos a creer en un Distrito que atienda con obras a las poblaciones más vulnerables de la ciudad».
«Nada de esto estaría completo si no estructuramos un gran fondo multidonante para Cartagena. Un fondo diseñado junto con el BID para superar la pobreza extrema en 2033».
«Señores Concejales: estamos en el momento indicado de remar juntos hacia una misma dirección».
«Los invito a que juntos soñemos en una Cartagena incluyente y sin pobreza extrema, una Cartagena que sea la #CiudadDeLaEsperanza».
Palabras del alcalde (e) de Cartagena de Indias, Sergio Londoño Zurek durante la instalación de las sesiones ordinarias del Honorable Concejo de la Ciudad
1 de octubre de 2017
“Por Cartagena resistimos”
Honorables Concejales:
Mucho ha pasado desde hace 4 meses cuando me paré aquí por primera vez. Ese día Cartagena cumplía 483 años de fundada pero también, yo tenía alrededor de una semana de haber sido encargado como Alcalde.
La situación política de la ciudad en ese momento era diametralmente distinta hoy. La administración de la ciudad pasaba por un momento álgido donde la ciudad no se acostumbraba aún al golpe que había recibido.
Hoy, después de haber sido ya dos veces Alcalde y de completar 60 días en el actual encargo, puedo venir a reiterarles que la ciudad nos necesita a todos. Necesitamos de una Cartagena esperanzada, gobernada bajo principios de austeridad, transparencia, orden y autoridad.
Considero que este es el espacio propicio para reflexionar que las instituciones de nuestra urbe, son inferiores al talento, las ganas, y la capacidad de nuestra gente. La crisis institucional del Distrito no es producto azaroso del destino. La crisis institucional es resultado del accionar desordenado y voraz de nuestras elites.
Esas elites económicas, políticas, sociales y funcionales que durante años han considerado que lo público puede ser una empresa para el enriquecimiento personal y el de sus allegados. Pero señores, no me estoy refiriendo únicamente a quienes con el erario público viven en lujosos apartamentos o quienes tienen sendos carros o quienes se decoran a si mismos con joyas y relojes sino también a los líderes que durante época electoral hacen su agosto negociando con el hambre de su pueblo.
Esos líderes que sacan una o más motos con la plata de campaña o que remodelan sus casas y extorsionan a sus jefes políticos.
Esas rémoras perversas de nuestra sociedad, los pillos de cuello blanco enroscados con los ladronzuelos de poca monta, son quienes tienen a nuestra ciudad sumida en la pobreza de mente y espíritu. Ese es el juego señores. El juego de mantenernos subyugados para poder vivir cómodamente del desorden de las masas, porque si los cartageneros nos unimos por una sola causa, se disiparán de una vez por todas los macabros intereses que bloquean la luz.
La corrupción es la mayor violencia de una sociedad. Es la mayor creadora de víctimas y de procesos victimizantes. La corrupción es la madre del resentimiento y la excusa para aquellos ciudadanos de moral desviada quienes en medio de su infinita cobardía afirman “si él roba yo porque no”.
Sin embargo, como lo hablamos ayer en la mañana, este es el momento para que Concejo y administración nos unamos y trabajemos de la mano de ciudadanía por Cartagena. Ustedes tienen la experiencia, la experticia de conocer cada rincón de nuestra ciudad y de palpar sus necesidades.
Muchos de ustedes, sino la gran mayoría, son políticos que cuya profesión la han hecho a través de años de diálogo ciudadano. El valor de ese conocimiento hoy servirá para edificar también la ciudad de la esperanza que tanto hemos soñado.
En estas sesiones hemos decidido presentar ante ustedes y ante la ciudadanía varios proyectos encaminados a mejorar la calidad de vida de los cartageneros.
Ustedes también como me lo han comentado tienen importantes iniciativas que se discutirán en estas sesiones. Proyectos como los del Concejal Pion sobre el día de las personas con pérdidas auditivas o la reglamentación de la actividad eco-turística en los manglares son ideas encaminadas a mejorar las políticas públicas de nuestro Distrito.
Cabe anotar que hay un proyecto no funcional pero muy especial que he traído ante ustedes hoy. Es una invitación a que el Honorable Concejo estudie rebautizar el Complejo de Raquetas de Cartagena como Complejo de Raquetas “Magin Chedid Ortiga Eljaek” en honor al joven deportista cartagenero quien descansó en la paz del Señor hace poco y quien es ejemplo de gloria tenista para nuestra ciudad, Colombia y Suramérica.
En estas sesiones, estaremos sometiendo a ustedes el proyecto de acuerdo para el presupuesto general del Distrito el próximo 5 de octubre como lo indica la ley.
Este proyecto de presupuesto en el que continuamos trabajando para su socialización y respectivo debate hemos querido que se ajuste como debe no sólo a los indicadores y metas del Plan de Desarrollo sino que además responsa a necesidades apremiantes de nuestra ciudad que no dan espera.
Por ello hemos querido que el proyecto de presupuesto para 2018 sea un fiel reflejo de una mega-meta con la que creo debemos estar comprometidos todos los cartageneros:
QUE CARTAGENA SEA UNA CIUDAD INCLUYENTE Y SIN POBREZA EXTREMA EN 2033.
Esa meta de ciudad debe tener como elemento de arranque el presupuesto del año entrante. Para lograrlo, verán que el proyecto contempla importantes espacios para intervenciones de carácter social y de infraestructura que permitan empezar a cerrar las brechas de nuestra sociedad.
Hemos encontrado que muchas veces los recursos públicos se diluyen entre la burocracia y que, haciendo un esfuerzo de transversalidad y propendiendo por una visión holística de las políticas públicas, podemos lograr mayores impactos con los mismos recursos.
Para ilustrar con un ejemplo que considero diciente: hoy Cartagena invierte más recursos que Barranquilla en educación, pero estamos 1 punto por debajo de esa ciudad en todas las mediciones del índice sintético de calidad educativa. Claramente algo estamos haciendo mal.
En esa misma línea hemos considerado que para llegar a la ciudad de la esperanza necesitamos construir una Cartagena donde el ciudadano recupere el espíritu de trabajar por el lugar donde vive. Donde cada uno de nosotros crea y sepa que Cartagena puede y debe ser mejor y que la política es un asunto de todos.
Pero, entendiendo muy bien la naturaleza transitoria de un encargo, es mi deseo someter ante ustedes unos hitos, alineado al plan de desarrollo, que creo deben ser conseguidos y exaltados.
En primer lugar caminando con nuestra gente hemos podido determinar que es crucial recuperar la Avenida Perimetral como un espacio para el disfrute de nuestra gente y su movilidad. No podemos seguir dando la espalda a un borde de agua que concentra el 30% de la población de nuestra ciudad y que sin duda debe ser el nuevo polo de desarrollo turístico de la misma. Allí iniciamos unas intervenciones, pero estas deberán continuar el año entrante para garantizar desarrollo local en las comunidades más vulnerables.
Sin embargo, la acupuntura urbana no está completa si no tenemos ejes creadores de empleo y de redistribución de riqueza. Las ciudades del mundo se pelean por hacer planes turísticos que atraigan esta fuente de recursos a sus ciudades, nosotros lo tenemos casi por inercia. Esa es la razón de haber diseñado también para este año un espejo de inversiones para el mejoramiento y ordenamiento del Centro Histórico. Con un Centro ordenado, limpio y mejorado en su infraestructura tendremos turistas más contentos dispuestos no sólo a volver sino a comprar aquí y regar la buena nueva de Cartagena en el mundo.
Debemos también como segundo hito acercar la administración a la gente. Esta es la razón por la que creemos en un fortalecimiento institucional de las inspecciones de policía y las comisarías de familia, así como, de Alcaldes Locales que se caminen el pueblo y le den la cara. Una Alcaldía que reciba sus hojas de vida y cuyos procesos sean claros, transparentes y generadores de confianza.
Creo también que debemos trazar un norte claro en materia turística aprovechando los grandes eventos que aquí se realizaron en 2016 y 2017. Una ciudad que mira hacia su turismo como un potencial enorme para que miles de personas dejen sus empleos informales y emprendan negocios que logren maximizar los ingresos de esta actividad económica.
Es clave para que renazca la esperanza que los cartageneros volvamos a creer en un Distrito que atienda con obras a las poblaciones más vulnerables de la ciudad. Para ello hemos priorizado pequeñas obras que la ciudad ha venido esperando por muchísimo tiempo como los puentes de esperanza que conseguimos donados y que la comunidad los había estado pidiendo por más de 40 años.
Por último, nada de esto estaría completo si no estructuramos un gran fondo multidonante para Cartagena. Un fondo diseñado junto con el BID para superar la pobreza extrema en 2033. Un fondo internacional que se nutra de recursos propios y recursos provenientes de fuera, para las inversiones que más impacten en la disminución de los índices de pobreza multidimensional y pobreza monetaria como lo ha planteado Adolfo Meisel en su escrito conocido de forma amplia por esta ciudad.
Una ciudad además que no descuide, porque le apuntan a la superación de la pobreza y al mejoramiento de la calidad de vida de todos sus habitantes, los macro-proyectos de ciudad como Protección Costera, Drenajes Pluviales, Quinta Avenida de Manga, Caños y Lagos y Cerro de la Popa como Bosque de Paz.
Señores Concejales: estamos en el momento indicado de remar juntos hacia una misma dirección, de demostrar a nuestros coterráneos que sufrimos y vivimos junto a ellos y que Cartagena no es un balde de cangrejos sino una ciudad viva, llena de cosas buenas que podemos mejorar con nuestro actuar diario.
Los invito a preguntarse cómo somos cada uno de nosotros ciudadanos de la esperanza y como contribuimos con nuestras acciones a construir esa visión de ciudad.
Los invito a que aprendamos también de nuestros jóvenes, valientes y luchadores, que no se cansan de exigirnos una mejor ciudad donde vivir y desarrollarse. Una ciudad donde los privilegios de pocos sean los derechos de todos.
Los invito a que juntos soñemos en una Cartagena incluyente y sin pobreza extrema, una Cartagena que sea la #CiudadDeLaEsperanza.
Que Dios misericordioso nos de sabiduría en estos tiempos y nos acompañe tomando las decisiones que nuestra ciudad requiere.
Muchísimas gracias.
DECLARO FORMALMENTE ABIERTAS LAS SESIONES ORDINARIAS DEL HONORABLE CONCEJO DISTRITAL DE CARTAGENA DE INDIAS DT Y C.