Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- ¿Sería usted alcalde de Cartagena por 20 meses? Para lograrlo, debe comenzar a hacer campaña, visitar comunidades, activar redes sociales, hacer presencia en medios de comunicación y organizar una plataforma política-electoral, con una agenda diaria de 20 horas de trabajo sin pausa.
Si al queridísimo presidente Santos le da la gana, es probable que en abril vayamos a las urnas; a más tardar en mayo se estaría posesionando y de una vez con el conteo regresivo: le quedarán apenas 20 meses para gobernar y tratar de cumplir todo lo propuesto en la corta campaña electoral.
Su antecesor, Manolo Duque, estuvo de candidato de marzo a octubre de 2015; su rival Quinto Guerra arrancó dos años atrás, y Pecas Betancourt ya venía con el tema desde que fue concejal.
Si Quinto y Pecas repiten candidatura, deberán sumar ese esfuerzo a sus estadísticas políticas, como sucede con los peloteros de Grandes Ligas.
En mayo, el presupuesto distrital ya estará comprometido en buena parte con los propósitos de la “Ciudad de la Esperanza”, el concepto que se inventó Sergio Londoño para apartarse del malogrado “Primero la Gente”.
En mayo, ya deben tener impulso megaproyectos como la protección costera, el plan maestro de Educación, y se habrá avanzado algo en la nueva formulación de PEMP y POT.
En mayo, sabremos cuántos concejales siguen libres y cuántos son residentes del Impec.
En mayo, ya sabremos quiénes pasan a segunda vuelta en la elección presidencial y estaremos enterados de la conformación del nuevo Congreso de Colombia.
En mayo, estaremos expectantes de los muchachos que van a Rusia con Pékerman, y a los pedalazos de Rigoberto, Nairo y demás colombianos en las rutas europeas.
En mayo habrá cumplido un año de encargo Sergio Londoño Zurek, quien a diferencia de los que han sido candidatos, gobernó a la ciudad sin visitar una comunidad, sin pedir un voto, sin hacer una promesa, sin poner un peso para campaña: simplemente estaba en el lugar indicado, a la hora indicada.
Pero quien suceda a Londoño, no podrá tener ninguna excusa, como no la tuvo él: le dijeron que se montara en un avión, viaja a Cartagena y se hiciera cargo de la ciudad, sin anestesia.
Como sucede en el atletismo, donde hay velocistas para 100 y 200 metros planos; donde encontramos corredores de semifondo para 1.500 metros, y también fondistas para 5.000, 10.000 y maratón, el próximo alcalde de Cartagena (repetimos: si al queridísimo presidente Santos se le da por convocar elecciones) será un atleta de semifondo.
Entonces, usted –potencial candidato- debe conocer su condición atlética: si es velocista, de esos que les encantaría ser alcalde por una semana para tomarse foto e ir a cocteles, no se lance. Mejor espere, se acomoda en un gabinete y lagartea para que lo encarguen por una horas.
Si es fondista, experto en maratones, espere a las elecciones de 2019 y se postula para un periodo completo de cuatro años. (Si la Fiscalía, la Contraloría o la Procuraduría le permiten permanecer todo el tiempo).
Pero si es semifondista, entonces ¡láncese! Tiene 20 meses… o menos.