Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- Voy a copiarlo exactamente como lo leí en Google. El término “calamidad” viene del latín calamitas o calamitatis que quiere decir golpe o flagelo, azote o daño, pero en otro sentido se usa para denotar desastre o desgracia, dicho vocablo deriva de una raíz indoeuropea. En nuestro idioma al utilizar la palabra calamidad lo hacemos para referirnos a una desgracia.
Siempre que oía a mi padre quejarse por algo que no iba bien en el país, la solución para él era la siguiente: “¡este país lo que necesita es un gobierno militar!”
Hacía referencia a que se necesitaba disciplina y mano dura para solucionar pendientes de alguna actividad que no se hacen y que al final terminan convirtiéndose en un desastre, y desastre es lo que tenemos ahora en el urbanismo y las construcciones en Cartagena porque lo que tenía que hacerse no se hizo, porque lo que se debía planificar no se planificó, porque todo el mundo se saltó las normas. Pero es que las normas si no hay quien las haga cumplir, entonces se va todo para el carajo.
Ahora también me pregunto ¿donde están las normas? Si el P.O.T. (Plan de Ordenamiento Territorial) tiene 12 años que no se actualiza?
¡Y allí estamos ahora en el duro, físico, horrible y desértico carajo! Ya se le acaban los adjetivos a uno para hacer referencia a un problema que se veía venir y que todo el mundo denunciaba pero nadie prestaba atención, pero no solo eso, luego de reventado el problema sigue el folklore, la bacanería y la irresponsabilidad que ya se queda sin nombre porque ¿cuál es ese culebrón en que estamos ahora con los benditos estudios estructurales que le hicieron a los 16 edificios? ¿Y hay 60 edificios más en lista de espera?
Que estaban malos los estudios, que estaban buenos, y cuando ya salen más historias chuecas sobre estos, que los plagiaron, que no, y entonces viene el honorable Rector de la Universidad de Cartagena, Edgar Parra Chacón, y dice que no eran los definitivos, que esos eran solo los preliminares.
Le hubiera ido mejor al señor Rector si se hubiera quedado callado porque ya con ese tipo de argumentos, que no se los cree ni su señora madre, queda la impresión que le vio cara de idiota a todo el mundo.
Tenía toda una baraja interminable de opciones de respuestas las cuales nos ha tocado tragarnos en todos estos años, por ejemplo si hubiera respondido…
“¡Esos estudios se hicieron a mis espaldas!”
O… “¡Me acabo de enterar!”
O la de Simón Gaviria cuando la reforma a la Justicia… “¡Lo siento puse mi firma pero no lo había leído!”
Hasta le ha podido echar la culpa a las Farc y al proceso de paz, que está muy de moda por estos días en Colombia.
¡¡¡Pero no salir con esa soberana estupidez porque con un estudio preliminar, gran pendejo, no mandas a desocupar a 800 personas de su casa!!!!
Calamidad tras calamidad, problema tras problema y lo único que se puede ver es que la Cartagena que están desarmando los constructores y los dirigentes locales no va a servir ni para nuestros hijos ni para nuestros nietos, va a tener el precio del bono basura si no se hace un pare urgente, una pausa que determine una reglas claras donde todo el mundo sepa que tiene y debe hacer las cosas bien, y la cárcel para los banqueros, notarios y funcionarios que se salten las normas y la demolición total para las obras que no cumplan todos sus requisitos a ver si así se organiza tanto desorden.
Y volviendo al tema de las soluciones “militarizadas” de mi padre, me acordé que por allá en el año 2006 el presidente Álvaro Uribe, al ver el desorden que había en la organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena causado por los políticos y dirigencia local, y que estaba en riesgo su realización, “militarizó” la organización de las justas y nombró al almirante Gabriel Arango Bacci como su director. El resultado no pudo ser el mejor, ¡los mejores juegos de la historia!
Thinking
Cuando uno ve empresas que construyen sobre zona de manglar caso de los edificios Géminis y Airus, y un curador que aprueba eso, o que el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras construye en Bocachica al lado del fuerte de San Fernando más de 3 pisos de manera totalmente ilegal, ya entonces el resto pensará ¿y por qué yo no?
No está mala la idea de mi papá de militarizar cuando cada quien quiere hacer lo que le da la gana.
¡Un abrazo!
Alvaro Royo
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