La denominada “silla vacía” es un castigo a los partidos políticos cuyos miembros han incurrido en sus causales, como los concejales de Cartagena que están privados de la libertad por delitos contra la administración pública.
Así es que la silla vacía operó en los casos de Jorge Useche y Angélica Hodeg, por lo que venían sesionando 17 concejales. Con la detención domiciliaria de ocho concejales decretada ese viernes por un juez, quedan nueve.
Una curul más se verá vacía este sábado, pues la primera vicepresidente Judith Díaz dejó de ser concejal esta semana, al ser notificada de un fallo de tutela que reinstala a Ronald Fortich en la curul de “Cartagena Confirmas”.
Por eso serán ocho los concejales que pueden asistir a la sesión. Con solo tres presentes habrá quórum deliberativo, y con cinco ya se podrá tomar decisiones.