Los candidatos más opcionados a la Alcaldía de Cartagena, Quinto Guerra y Andrés Betancourt, tuvieron una semana agitada.
A un par de semanas de las elecciones, a Quinto “le cantó la tabla” el mismísimo Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, que a través de un agente especial ante el Consejo Nacional Electoral radicó una solicitud de anulación de inscripción por considerar que está inhabilitado para ser alcalde.
Quinto respiró hondo, contó hasta diez y se mantuvo en silencio sobre el tema. No ha dicho nada, pero en cambio se ha volcado con más energía en las comunidades, con largas caminatas y firmas de acuerdos en materia de cultura, seguridad y otros matices de la vida comunitaria.
Esta situación hizo que las redes sociales estallaran en versiones a favor y en contra, y que varios abogados se pronunciaran respaldando sea la posición de la Procuraduría, sea la de Quinto.
Cuando parecía que toda la tormenta caía sobre Quinto Guerra, apareció un cobrador que le amargó el rato a Andrés Betancourt.
Se trata del empresario Salvador Vicente Frieri Gallo, quien señala que “Pecas” le debe un dinero y nunca le pagó. En una estrategia que supera a la recordada “Carioca”, Frieri grabó un video y evocó las acciones jurídicas que tiene en su contra. El video, por supuesto, ha circulado febrilmente en Whatsapp y otras redes sociales.
Betancourt de inmediato contestó. Que nada le debe y que contraatacará jurídicamente.
Ambas situaciones fueron las delicias de amigos y contradictores de una y otra campaña.
Faltan dos semanas y todo indica que la cosa se pondrá más caliente.
Del lado de Quinto, expectativa por la decisión del CNE sobre la inscripción de su candidatura.
Del lado de Betancourt, expectativa por los nuevos “trapitos” que le saquen, ciertos o no, pero inatajables.