Tanto Beto Zabaleta como Iván Ovalle, cada uno en su presentación, coincidieron en pedirles a los cientos de asistentes que felicitaran “al próximo alcalde de Cartagena en su cumpleaños” y levantar la mano extendida.
Era la celebración del concejal Antonio Quinto Guerra Varela (52 años) en su finca de Mahates, a 45 minutos de Cartagena. Largas filas de vehículos quedaron estacionados en la vía que conduce desde el casco municipal, y adentro había mucha, pero mucha gente. ¿Había mil? ¿Dos mil? ¿800? ¿1.500?…
Lo cierto es que el festejo estaba muy bien organizado, con suministro de bebidas y alimentos… chivo, carne asada, costilla de res, sancocho, arepas de huevo…
Desde el medio día comenzaron a sonar los acordeones, en un interminable desfile de compositores, cantantes y músicos, hasta bien entrada la noche.
Entre los invitados al cumpleaños estaban familiares, concejales, congresistas, dirigentes políticos, funcionarios públicos, periodistas, músicos, entre muchos otros.
Nadie se extrañó del voluminoso festejo, pues es habitual que año tras año el cumpleaños de Quinto Guerra sea así… Lo único diferente este año es que hubo mucha más gente presente, probablemente debido a su latente candidatura a la Alcaldía de Cartagena, lo que hizo que se mirara como una especie de “precalentamiento” de campaña, o “prelanzamiento”.
Revista Zetta le preguntó y esto contestó: “Lo que pasa es que cada año tengo más amigos”.
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