Por Juan Camilo Romero (Especial para Revista Zetta).- El Presidente Carlos Lleras Restrepo el día miércoles 10 de diciembre de 1969 firmó el decreto 1962, el cual estableció en Colombia el sistema de Enseñanza Media Diversificada, visto como una etapa posterior a la educación elemental tendiente a la instalación de capacidades teórico practicas a elegir por el estudiante. En ese mismo decreto se le llama INEM al Instituto Nacional de Enseñanza Media Diversificada, el cual tendría como función la materialización de dicho sistema.
Sin duda alguna esta idea de modernizar el sistema educativo brindándole la oportunidad al estudiante de escoger el tipo de bachillerato a cursar de acuerdo a sus expectativas y proyecto de vida resultó revolucionaria, no por nada el lema del Presidente en ese entonces era la Revolución en Marcha.
Se estableció entonces que en todas las ciudades capitales debía existir un INEM, con toda la infraestructura física y administrativa para cumplir sus objetivos.
En la década de los setentas abrió sus puertas a la comunidad educativa en la ciudad de Cartagena, el INEM JOSE MANUEL RODRIGUEZ TORICES, su infraestructura física similar a un campus universitario, capaz de albergar más de dos mil estudiantes por jornada y la calidad del cuerpo docente lo erigieron como uno de los mejores colegios de Cartagena, para ingresar había que superar un complejo examen de admisión.
En su planta física cuenta con seis bloques de salones, laboratorios de física y química, salas de mecanografía, salas de informática, biblioteca, un salón múltiple, un gimnasio, un coliseo, dos canchas de futbol, un campo de beisbol, una pista de atletismo, dos canchas de baloncesto y una de microfútbol, de igual manera estudios musicales y de pintura.
En sus primeros treinta años el INEM funcionó de manera eficiente, sus estudiantes se destacaban en todos los escenarios académicos, en las artes y el deporte, resultado de ese trabajo de ahí salió una orquesta; Los Inéditos de Colombia, la cual le brindó muchas alegrías a la ciudad y puso el nombre de Cartagena en sitiales de privilegio, de igual manera la novena de beisbol y el quinteto de baloncesto eran imbatibles en los juegos intercolegiados, ni hablar de los atletas que de ahí salieron.
Todo ese pasado glorioso hoy día se ve menoscabado por la desidia administrativa, la Alcaldía de Cartagena y la Secretaría de Educación han dejado a su merced tamaño escenario educativo.
Soy orgullosamente Bachiller Académico del INEM de CARTAGENA, es por eso que me causa mucha tristeza ver el estado en que se encuentra, de igual manera me crea el compromiso de hacer todo lo que esté a mi alcance por su recuperación.
El sistema eléctrico, de ventilación e iluminación tienen más de treinta años y requieren de manera urgente se les realice mantenimiento correctivo, los escenarios deportivos están completamente averiados y resulta una verdadera proeza dar clases toda vez que los baños se encuentran tapados por las raíces de los múltiples árboles que rodean el colegio, generando así una situación de emergencia higiénica.
Es por eso que hago un llamado respetuoso pero a su vez enérgico a la Administración Distrital para que desde la institucionalidad se diseñe un plan de inversión tendiente a la recuperación de la planta física del INEM de Cartagena, no es justo que todo ese espacio se esté desperdiciando y generando pérdidas, poniendo en riesgo la vida de nuestros niños y niñas.
Al señor Gobernador Dumek Turbay que cuando fue gerente de Iderbol intervino las canchas de microfútbol le pedimos adopte los escenarios deportivos, que de ser recuperados pueden servir para los juegos nacionales y quedan para que los estudiantes puedan ver en el deporte un mecanismo de transformación social y económica.
Al INEM le debo las bases para el desarrollo de mi vida académica, personal y profesional, los mejores años de mi vida los pasé en sus pasillos y escenarios, los amigos más sinceros han sido mis compañeros de ese entonces, nos hicimos hombres libres en el aula y el taller, por la recuperación del INEM hay que luchar y hay que vencer.