Por John Zamora (Director Revista Zetta).-Eran otros tiempos. En algún momento, Nicolás Curi Vergara fue a la vez presidente del Concejo y de la Asamblea. Se podía también ser senador en simultánea. Más adelante, llegó su primera Alcaldía, a nombre del Partido Liberal, pero en el Concejo llegó uno de sus más firmes soportes de toda la vida: Fuad Curi Vergara.
Fuad, al igual que sus demás hermanos, era conservador, -y también afiebrado por el béisbol-, pero la condición partidista en la práctica no competía en nada con el gran bloque político que edificaron.
Tanta confianza tenía Nicolás en el manejo político de Fuad, que en el Palacio de la Aduana había dos despachos donde se decidía todo: el del alcalde Nicolás, con su hija Marta como principal asistente, y en el otro lado del pasillo principal, donde hoy está Protocolo, estaba la oficina de Fuad. Es el único concejal que ha despachado desde la Alcaldía.
En algún pasaje de esta historia, se alcanzó a incubar la candidatura de Fuad a la Alcaldía, pero las circunstancias no se dieron.
Se recuerda que uno de los programas que más distinguieron a Nicolás fue el de “Lucha contra el hambre”, donde uno de los coautores intelectuales fue Fuad.
Fuad era un hombre organizado, con liderazgo, estudioso, y con todas las condiciones para haber logrado más en la política, pero no tuvo tanto carisma como el que le sobró a Nicolás.
La sonrisa de Nicolás es envolvente y derriba cualquier muro; la de Fuad era franca y amplia, contentiva de un sentido del humor bien fino, de amabilidad espontanea, y de calidez en el trato.
Era notoriamente más flaco que sus hermanos Laureano o Miguel, quienes se parecen mucho a Nicolás, y bien distinto de Abraham, quien también fue concejal. Pero también era el de mayor vocación para los negocios, especialmente los agroindustritales, como el de la yuca en Sahagún.
Hombre de familia, edificó un ejemplar hogar junto con Lina Ahumada, y sus hijos Fuad Guillermo, Miguel Ernesto y Lina María. Solo la enfermedad pudo alejarlo del intenso ritmo de trabajo que le distinguió toda la vida, y en sus últimas horas estuvo rodeado del amor de ellos.
A todos los suyos, un homenaje de respeto por la memoria de don Fuad Guillermo Curi Vergara.