La senadora Nadia Blel, quien ha impulsado la prohibición del asbesto desde el Congreso, celebró la decisión del juez 39 administrativo de Bogotá, Leonardo Gallego, de ordenar al Gobierno que, en un plazo de 5 años, lo sustituya por materias menos nocivas o dañinas.
“Celebramos con las familias de las víctimas el fallo histórico proferido por un juez de la República, quien ordenó a Mintrabajo y MinSalud implementar una política de sustitución del asbesto. Es un triunfo después de una larga lucha para poder tener una #ColombiaSinAsbesto”m expresó la legisladora en su cuenta de Twitter.
Allí mismo anotó, sin embargo, que “esto demuestra que una vez más el Congreso de la República le está fallando al país, dejando de tomar las decisiones que son importantes para los colombianos cuando así se requiere”.
Afirmó que “seguiremos luchando en el Congreso para sacar adelante la ley #AnaCeciliaNiño porque la salud y la vida de los colombianos debe estar por encima de todo y ser la prioridad en la agenda nacional
El juzgado tomó esta decisión tras recibir una acción popular en el 2006 del ciudadano Juan José Lalinde.
Tras un trabajo minucioso que tuvo en cuenta más de 205 pruebas, y tras evaluar todas las condiciones de seguridad y de riesgo, el juez encontró que no hay un uso seguro para el asbesto, mineral que es usado principalmente en materiales de construcción como tejas, baldosas, azulejos y productos de cemento.
El juez encontró que desde 1986 los Ministerios de Trabajo y Salud, y el Gobierno en general, así como el sector privado, han permitido el uso del asbesto afirmando que hay un convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que supuestamente establecía que este material no traía riesgos para la salud.
Pero en el 2006 la Organización Mundial de Salud (OMS), el Instituto Nacional de Cancerología y la misma OIT establecieron que no hay un umbral para el uso seguro del asbesto, es decir, no hay unas condiciones mínimas de emisiones bajo las cuales se pueda usar este material.
El fallo determinó que el asbesto no sólo está poniendo en peligro a los trabajadores de obras que usan este material, sino a la comunidad en general.