Frackingstein – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta 20 años).- (Xiamen – China).-  Hace 200 años escribió una novela Mary Shelley que creó un monstruo y un mito que perdura en el tiempo hasta nuestros días; 200 años han pasado y el gobierno Colombiano insiste en crear otro monstruo el cual va a destrozar nada más ni nada menos que nuestro medio ambiente, nuestra bio diversidad, todo lo que respiramos, bebemos y comemos será envenenado y destrozado por ese monstruo gigantesco llamado fracking, o mejor “Frackingstein”.

Aún están frescas en la memoria de todos la negativa del -en ese entonces- candidato Iván Duque contra el fracking. Pero una cosa es lo que dice el candidato y otra cosa lo que hace el Presidente, eso está claro.

Ha puesto todo su empeño el gobierno en tratar de cambiar la posición de la opinión pública y de expertos con respecto al fracking, han hablado de la ilusión y mentira gigantesca de «fracking responsable» cosa que es difícil de creer, adicionalmente toda la batería de medios digitales y formadores de opinión afines al gobierno dan su aprobación y le dan categoría de salvador, y ponen en manos de esa forma de extraer hidrocarburos y gas como el futuro del país, en últimas sin Fracking no hay futuro, ¿no te jode oír eso?

Y luego vienen loros, cotorras y guacamayas con varios máster y postgrados de sofá, control del televisor y devoradores de titulares a repetir lo que le han escuchado a estos sin irse a los estudios y documentación que ha sido publicada sin ningún sesgo político y que vienen de otros países que ya lo han prohibido.

La lista es larga: Francia, Alemania, Irlanda, Bulgaria, Nueva Zelanda, República Checa, República Sudafricana, Suiza, Italia, Inglaterra, España y, prívate,  algunos estados del mismo  Estados Unidos. Todos consideran el fracking una práctica dañina y horrorosa, pero ¡eureka! el gobierno colombiano va a descubrir en sus planes pilotos lo que otros ya han comprobado y documentado.

El único punto a favor que tiene el fracking son los dividendos que produce, cosa, que no es menor, pero ante los desastres que estamos viviendo a nivel climático  y las evidencias que muestran lo dañino que este para el planeta al tener que inyectar la misma cantidad de agua que previamente hay que contaminarla con químicos al número de barriles de petróleo que piensas extraer, dicho de otra manera,  si vas a extraer un millón de barriles diarios de crudo tienes que inyectar un millón de barriles de agua venenosa en la tierra DIARIAMENTE y por los años que duren las extracciones en ese área contaminando ríos, mares, manantiales y todo el subsuelo de miles de kilómetros cuadrados.

Extensamente documentados están los daños que causa esta práctica, me permito enumerar unas pocas ya que por razones de espacio no es posible ampliar la lista.

  1. Contaminación del agua

Durante el proceso de fractura hidráulica, una importante cantidad de gas metano y otros productos químicos tóxicos se filtran desde el pozo y contaminan las inmediaciones de las aguas subterráneas, que suelen ser la fuente hídrica para el consumo de las comunidades locales.

Un solo pozo puede producir casi cuatro millones de litros de aguas residuales, que contiene elementos radiactivos como el radio y varios hidrocarburos cancerígenos, como el benceno.

  1. Escasez de aguas

Casi el 90 % del agua utilizada en fracking nunca regresa a la superficie. Dado que el agua se retira definitivamente de su ciclo natural, esta es una mala noticia para los afectados por la sequía o la escasez.

  1. Graves secuelas en la salud.

El fluido residual dejado por el proceso de fractura hidráulica se deposita en fosas a cielo abierto para que se evapore, lo que libera peligrosos compuestos orgánicos volátiles a la atmósfera, contaminando el aire, generando lluvia ácida y aumentando los índices de ozono a nivel del suelo. La exposición a partículas de sulfuro de hidrógeno e hidrocarburos volátiles puede provocar problemas de salud, como asma, dolores de cabeza, presión arterial alta, anemia, ataques al corazón y cáncer y puede tener un efecto perjudicial sobre los sistemas inmunológico y reproductivo, así como en el desarrollo embrionario.

  1. Gases venenosos.

Un estudio reciente de la Universidad Johns Hopkins encontró que los hogares ubicados en zonas suburbanas y rurales cercanos a los sitios de fractura hidráulica, en general tienen una concentración de radón un 39 % más alta, que aquellos ubicados en áreas urbanas sin fracking. El radón (la segunda causa mundial de cáncer de pulmón después del tabaquismo) es un gas radiactivo natural, inodoro, insípido, invisible y soluble, por lo que algunos restos disueltos pueden aparecer en los pozos de agua y en las napas subterráneas y otros dispersarse por el aire.

  1. Partículas mortales

Además de agua y productos químicos tóxicos, el fracking requiere el uso de arena fina o frac, que ha impulsado el auge de la extracción y molienda de la misma, en muchos puntos del planeta.

Estas pequeñas partículas de sílice pueden dificultar la respiración y causar irritación respiratoria, tos, obstrucción de las vías y una mala función pulmonar, pero la exposición crónica o a largo plazo puede provocar inflamación pulmonar, bronquitis, enfisemas y una enfermedad grave conocida como silicosis, una forma de fibrosis pulmonar.

  1. Terremotos
  2. Mas gases efecto invernadero

Y como dice Rafael Nieto Loaiza en su columna “el fracking es el futuro”, sí, pero el futuro del desastre del planeta,  el día que no haya agua ni aire ¿respiraremos billetes y beberemos monedas?

Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé,

¡Un abrazo!

Alvaro Royo

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