MENSAJE A TODOS
Soy Juan Carlos Carmona, neumólogo pediatra y les quiero enviar un mensaje a amigos, familia y personas con las que he convivido e interactuado como amigo y cómo consejero o médico a veces.
Estamos en una situación tal vez vivida previamente por personas que han estado en sitios amenazados por guerras o terrorismo. No es esto último lo que quiero infundirles pero me tomo el tiempo de darles mi visión como profesional y amigo que tiene deberes médicos por juramento, y además esposa, hijos padres, suegros y familia en la misma situación. Siento que es mi deber.
Todos los días amanecemos a buscar cómo está progresando la enfermedad en nuestra sufrida Cartagena. La situación más allá de los memes, internet, periódicos, televisión, redes, chats es complicada. Estamos en un problema de salud que nunca habíamos vivido antes y no sabemos cómo manejar, con una cascada de información diaria llena de verdades y mentiras o mentiras a medias, con visiones de economistas, académicos y hasta empíricos.
Cómo neumólogo pediatra recomiendo que cuidemos al extremo a nuestros familiares mayores y en cada núcleo familiar apliquemos una cuarentena autoimpuesta, establezcan protocolos de ingreso y salida de la casa.
Ahora el espejo donde nos miramos es una sociedad que no manejó bien las cosas al principio y aún teniendo mejores recursos en salud ya sobrepasó a China en número de muertes. Si le sumamos a la falta de recursos, la ausencia de cultura ciudadana y una situación económica paupérrima en nuestro medio y la existencia de un gran número de cartageneros que “si no salen a trabajar a la calle no comen”, estamos a un elevado riesgo de que se forme una “tormenta perfecta” y se desborde cualquier cálculo que hasta ahora estima el gobierno, excluyendo todos los agravantes que tenemos como
sociedad.
El papel de los niños es el de diseminadores de la infección (no deben ser cuidados por mayores de 65 años) y el aumento de casos en el mundo nos va mostrando mejor el comportamiento en niños.
Lo que sirve es LAVADO DE MANOS, CUARENTENA SOCIAL Y MUCHA RESPONSABILIDAD. ES UN MOMENTO PARA PENSAR EN NOSOTROS Y EN LOS OTROS.
Mantengámonos en casa, en familia cuidemos a padres y abuelos. Ninguna medida de precaución sobra. Eduquemos a quien podamos.
Dios los bendiga