Por Carlos Raad de la Ossa (Especial para Revista Zetta 20 años).- La crisis sanitaria causada por un coronavirus surgido en China ya ha infectado a más de 600.000 personas a nivel mundial y hasta hoy se ha cobrado más de 30.000 vidas según las estadísticas, nos ha medido con el mismo rasero a los ciudadanos de todos los rincones del planeta; el efecto provocado ha sido de tal magnitud que se han alineado los intereses, sobrevivir a la pandemia es hoy la necesidad más urgente del ser humano.
Tuvimos que llegar a extremos para entender lo valioso del mensaje, somos pares y debemos respetar a nuestros semejantes.
Mucho se ha especulado sobre el origen de este virus, a varios sectores se les atañe semejante despropósito, la conmoción ha sido global y en todos los sectores, la economía parece colapsar, pero la gente prefiere mantener el hálito de esperanza que le permita vivir.
Es un deber reconocer quiénes son los verdaderos héroes, quiénes con una mezcla de conocimiento, disciplina y pasión logran salvar vidas; por encima de un jugador de futbol, de la NBA, de una estrella de cine o algún cantante que sea la inspiración de momento, somos los jóvenes quiénes debemos darle el valor y reconocimiento debido pues hacerlo es encontrar la esencia de la vida misma, identificar lo que realmente importa.
Con esta reflexión no se busca restarle importancia a sus oficios, entretener es una labor loable, pero el ser humano crece cuando dignifica las profesiones y oficios de quienes hoy batallan frente a la muerte.
Enfrentarse a un enemigo invisible es mucho mas complicado. Los médicos, enfermeras y demás trabajadores de la salud junto a la fuerza pública, los transportadores y todos aquellos que hacen posible que hagamos cuarentena sin que el mundo se caiga a pedazos, merecen su aplauso y reconocimiento.
La labor de los gobernantes, presidentes, alcaldes, gobernadores no ha sido fácil; de sus decisiones depende el bienestar de millones de personas, es necesario reconocer que están tratando de dar lo mejor de si para evitar la propagación de esta pandemia que tiene en vilo el 2020 y que sin duda marcará la historia y dejará huellas.
El panorama en la ciudad de Cartagena de Indias no es muy alentador, un cúmulo de factores hacen que ‘La Heroica’ no sea tan fuerte en la guerra contra el virus pues el sistema de salud es endeble.
El Representante a la Cámara Jorge Benedetti en una de sus columnas mencionó una inversión en salud que nunca llegó a feliz término, Dionisio Vélez anunció al pueblo que se intervendrían 39 centros de salud, se hicieron entrega solamente de 6 para una ciudad con un millón de habitantes.
No conozco requerimiento alguno a los contratistas para el cumplimiento de las obras, y que el objeto contractual se llevara a cabo. Los entes de control brillan por su ausencia, a la fecha no se conoce resultado alguno de las investigaciones.
Los cartageneros necesitamos que se hagan los esfuerzos necesarios para mitigar el paro de brazos caídos que empezaron los médicos, camilleros, enfermeras y todo el personal que labora en el área de la salud, es urgente cancelar las deudas que se tienen con el Hospital Universitario de Caribe, la clínica Rafael Calvo, la Casa del Niño y que sea éste el momento para ampliar la red hospitalaria tanto pública como privada, generando mayor capacidad de reacción, de ellos depende la vida en la ciudad.
Lo más importante es que los gobernantes sean capaces de generar unidad en torno a la vida, con un llamado a los congresistas, concejales, diputados, líderes sociales, líderes políticos, los gremios y la academia para que se haga un ‘Todos Trabajamos’ jalonando desarrollo, generando bienestar y garantizado la vida de los ciudadanos.
Cartagena espera de ellos sensatez y solidaridad. Un fondo común como muestra de esperanza, una convocatoria a los ex alcaldes liderada por el actual mandatario William Dau donde todos aporten sus ideas, visiones, experiencias, y no sólo se le haga frente a la crisis sanitaria, sino que de una vez por todas la presencia del estado llegue hasta la casa del más vulnerable.
Que el gobernador junto a sus predecesores haga lo mismo, pensando en el bienestar de la gente, con planificación y recursos obtendrán el éxito deseado por todos, estoy seguro que entre todos podemos crear un plan de acción que permita a Cartagena y Bolívar contener la crisis, mientras el resto de ciudadanos ayudamos quedándonos en casa.
CARLOS ALBERTO RAAD DE LA OSSA.
Profesional en comercio internacional.
Especialista en gerencia publica