La Asamblea Departamental inició el estudio del presupuesto de Bolívar para 2015, que por norma debe ser de iniciativa del Ejecutivo. Es decir, el gobernador de Bolívar es quien propone y los diputados disponen.
El trámite apenas comienza, pues el proyecto está en estudio de Comisión de Presupuesto apenas para el primer debate, de los tres reglamentarios. Es decir, la iniciativa ni siquiera tiene su primera aprobación, y se discuten los aspectos preliminares, ya que los secretarios de Despacho serán citados para que defiendan las partidas de cada área de la Administración Departamental.
Dado que el estudio apenas comienza, es menester hacer un llamado a la Asamblea Departamental y al gobierno de Juan Carlos Gossaín para que se mantenga creciente el oportuno y sano apoyo a la cultura que se ha visto en los últimos tres años.
Si bien es cierto que las áreas de salud y educación merecen la prioridad para tratar de salvar un cuatrienio perdido, no lo es menos que el sector cultural ha respondido con creces al espacio que se le ha brindado desde la Gobernación de Bolívar, y este es uno de los argumentos para abogar por el crecimiento de la asignación presupuestal.
El gobernador Gossaín repite que en Bolívar ya empezamos el pos conflicto, y para que ese “mantra” mantenga validez es imperativo concederle toda la fuerza presupuestal a la cultura.
Las entidades responsables de la cultura en Bolívar son la Institución Universitaria de Bellas Artes –Unibac- y el Instituto Departamental de Turismo y Cultura –Icultur-, la una con historia centenaria y la otra apenas neonata.
El gobierno departamental le ha pedido a la Asamblea apenas $11.522 millones para Unibac y solo pingües $2.655 millones para Icultur, lo que es una proyección desconcertante: el gobierno que dice apoyar a la cultura no lo refrenda en el presupuesto.
Las alarmas dentro de la Comisión de Presupuesto están encendidas y hay un grupo significativo de diputados concientes que se deberán armonizar las urgencias sociales con la importancia de la cultura, y de seguro la propuesta gubernamental será elevada a niveles sensatos.
Tanto Unibac como Icultur han demostrado que necesitan el dinero y que lo tratan bien.
En Unibac se despliega una gran acción social: el 70% de sus estudiantes perteneces a estratos Uno y Dos. Sus profesores van a los municipios a dictar talleres gratuitos para jóvenes y niños; la planta de profesores se ha nutrido de profesionales de mayor nivel, y los resultados artísticos se están dando en cada una de sus facultades y programas. A lo anterior se une la notable inversión para mejorar las instalaciones, como la recuperación del salón Pierre Daguet, entre otras tareas.
A su vez, Icultur nació con mayoría de edad, y en apenas dos años se desenvuelve con suficiencia en la organización de Festibandas, Festijazz de Mompox y Festimaría, así como con la convocatoria de estímulos por $1.000 millones, y el impulso al programa de centros culturales y bibliotecas.
Ante el bajo presupuesto, buenas son regalías, y eso es lo que ha entendido Icultur (tomando ejemplo de Iderbol bajo la gestión de Dumek Turbay), pero esto no debe ser el patrón presupuestal, ya que el Departamento debe hacer el esfuerzo de nutrir financieramente a sus entidades, en especial a las que brindan resultados.
Señor Gobernador, señores Diputados: la cultura es motor de economía, clave para el desarrollo y orgullo de un pueblo. A Lucho Bermúdez lo recordamos siempre.