De las bodas y los quinceañeros virtuales – Opinión de Yuli Sáez

Con Zoom, desde la sala y el comedor, los novios y las quinceañeras celebran y se conectan.

Por Yuli Sáenz (Especial para Revista Zetta 20 años).- Todo estaba preparado para la gran boda, la comida, la orquesta, los invitados y por supuesto el sitio donde se congregarían para celebrar el amor de Yuri & David, la pareja que anhelaba con ansías unir sus vidas para siempre.

Pero como la mala hora, llegó la pandemia, el famoso Covid19, aquel virus que tiene al mundo detenido y por el que una persona muere a través de abrazos y besos.

Sin embargo y por encima de cualquier presagio triunfó la valentía, firmeza y convicción del uno por el otro, para desde el principio poner a prueba aquella frase que reza: “En las buenas y en las malas”.

Entonces dieron el paso y con una pequeña ceremonia a la que asistió el pastor Paternina, padre de la novia y quién presidió el rito junto a otros familiares, como el papá y la mamá del novio y la madre de la novia, Yuri, vestida de blanco & David como todo un príncipe azul, dijeron sí junto a sus invitados virtuales.

Dijeron sí a través de Zoom, la plataforma de videoconferencia que por estos días no solo ha permitido la unión de jefes y empleados, también la de familias y amigos, la de bodas y quinceañeros.

Quinceañeros como el de Estefanía González Juliao, una preciosa joven que desde hace 6 meses practicaba el vals con su chambelán para la gran fiesta que celebraría en medio de luces, bombas y platillos, también se vio interrumpido por el intruso Covid19.

Pero así como la primavera llega después del invierno, para Estefania llegó el momento de celebrar.

Ahí, en su casa, en medio de sus padres, abuela y hermano, la quinceañera bailó el anhelado vals, mientras el chambelán la veía a través de la videoconferencia que convocó en Zoom, para también celebrar junto a aquellos familiares y amigos que en este día especial estarían con ella a la distancia. Pero con el corazón cargado de la alegría y los buenos deseos que toda persona quiere para su ser querido.

Así, sin apuros, sin bombos ni platillos entre las habitaciones, la sala y la cocina el amor, la alegría y la esperanza de brindar y festejar aún en medio de la tormenta triunfa en estos tiempos de pandemia, donde lo verdaderamente importante es vivir en paz y disfrutar en familia cada momento del día a día.