Tanto para las autoridades ambientales, gubernamentales y no gubernamentales, como para las comunidades locales, la situación es clara. Para nadie es un secreto que las circunstancias en las que se encuentran las playas donde arribarán las tortugas carey para su anidamiento no son las adecuadas. Esto, incluso para un país que diseña políticas públicas exclusivas para la conservación y cuidado de la fauna marina, sigue siendo un reto.
Para ello, y buscando compartir información sobre estas navegantes milenarias, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Nacionales Naturales y la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) se unen nuevamente para alistar juntos los preparativos de un desove que se espera sea en las mejores condiciones.
Para hacerse una idea: mediciones hechas en Playa Blanca, el sitio preferido de la tortuga carey para recibir su descendencia, demostraron que mientras en el año 2008 eran fáciles de contar hasta 13 nidos en una misma temporada (siendo este valor un número bajo), en el 2019 solo se encontró uno. En términos prácticos esto significa que mientras en 2008 se contaron 1.481 neonatos, doce años después solo se contaron 63, es decir, el 96% menos de tortugas bebés nacidas.
Para el Ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, “proteger nuestra biodiversidad es un enorme desafío en una época marcada no solo por el rigor con el que trabajamos para lograr ser ambientalemente responsables, sino por una pandemia que nos ha demostrado que somos absolutamente vulnerables como especie, y obligado a reflexionar sobre tantas acciones con las que desde lo cotidiano podemos ayudar a conservar el planeta”.
El Ministro destacó que será con al ayuda de las comunidades de Cartagena, y concretamente de Playa Blanca, como se obtendrán resultados satisfactorios en el cuidado y conservación de una tortuga marina bajo riesgo y amenaza, en la mayoría de los casos, por actividades relacionadas con el turismo, los deportes acuáticos, los vertimientos y la contaminación de las aguas marinas con residuos plásticos.
En este mismo sentido, Luz Elvira Angarita, Directora Territorial Caribe de Parques Nacionales Naturales de Colombia, destacó que desde hace muchos años Parque Nacionales viene trabajando en los procesos de conservación de los hábitats de las tortugas marinas.
“En los últimos años, con el apoyo de Cardique y Minambiente hemos implementado estrategias para que esta conservacion se dé en la zona de Playa Blanca. En esta playa tenemos una enorme franja de pastos marinos y una playa donde las tortugas han llegado desde hace muchísmos años. Este no solamente es un proceso institucional, debe ser un proceso en el que participen las comunidades y así lo hemos planteado. Lo importante es que estas comunidades afrodescendientes se empoderen de este proceso de conservación”.
Por su parte, el director General de Cardique, Ángelo Bacci Hernández, indicó además que “las tortugas marinas juegan un papel clave en los ecosistemas marinos ya que son unos indicadores de calidad tanto en los ecosistemas sumergidos, como en las zonas de anidación. Teniendo en cuenta que se encuentran dentro de las especies amenazadas, es de gran importancia su conservación y protección para la debida gestión ambiental y salud de los ecosistemas”.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, autoridad mundial en cuanto al estado de los recursos naturales y las medidas necesarias para protegerlos, recopiló información en 58 países con resultados preocupantes sobre las condiciones de la tortuga carey.
Los resultados de los monitoreos realizados en playas de todo el mundo muestran una tendencia progresiva al descenso en el número de nidadas en cada temporada y Colombia no es la excepción.
Aunque agosto es el mes de mayor anidación, la tortuga carey empezará a aparecer pronto en el Caribe, específicamente en Playa Blanca, para poner sus huevos, lo que les permitirá al Ministerio de Ambiente, a Parques Nacionales Naturales, Cardique, con el apoyo de WWF y la Alcaldía de Cartagena, continuar con las acciones de conservación que lideran de tiempo atrás, en conjunto con las comunidades locales.
El Ministerio de Ambiente elaboró el Programa Nacional para la conservación de tortugas marinas y continentales en Colombia (2002) en busca de garantizar la supervivencia de todas las especies de tortugas presentes en el país, un trabajo coordinado con varias instituciones y la participación de la comunidad, y como punto de referencia para continuar aunando esfuerzos para la conservación de estas especies.