Con sólo un semestre cursado fue invitada a participar en el Campamento de Verano de la Escuela de Música de Comfenalco. Becada por el Ministerio de Educación para continuar con sus estudios en música. Destaca por su talento y disciplina, impulsados por la Fundación Puerto de Cartagena
Erika Guardiola Gómez tiene 18 años de edad y aunque no recuerda con exactitud cuándo surgió su amor por la música, sí tiene claro que va a trabajar arduamente para convertirse en una gran saxofonista.
Esta joven residente del barrio Ceballos, cursa segundo semestre en el programa de Música, de la Universidad de Bellas Artes y Ciencias de Bolívar (Unibac).
Desde niña descubrió su gusto por la música. La flauta dulce, fue el primer instrumento que le permitió explorar su talento; llevando a que sobresaliera en su clase cuando estudiaba en la Institución Educativa Soledad Acosta de Samper.
De la flauta dulce saltó a la guitarra, tras un regalo que le hizo su padre al ver su entusiasmo y talento.
El tránsito de la pubertad a la adolescencia llevó a Erika a alejarse de la música, pero no pasó mucho tiempo para que volviera a emerger ese sentimiento que surge al contacto con un instrumento musical.
Recuerda que hace 4 años llegaron a su casa representantes de la Fundación Puerto de Cartagena (FPC) para invitar a su familia a una charla sobre los programas de desarrollo social que ofertaba para jóvenes de las comunidades de Ceballos, Nuevo Oriente, Albornoz, Zapatero, Santa Clara, San Isidro Bajo y Las Colonias en Manga.
Erika dice que asistir a esa charla, le cambió la vida, pues no sólo encontró actividades para aprovechar su tiempo libre, sino que redefinió su vocación por la música y decidió ser una gran artista.
Ingresó a la Fundación Puerto de Cartagena cuando tenía 14 años al programa de Juventiud Líder donde estuvo un año fortaleciendo sus habilidades socio emocionales. Al año siguiente formó parte del Grupo de Gaita y luego, un año más se unió al Grupo de Viento donde conoció el saxofón del que se enamoró y esa experiencia marcó el sendero por el que quería perfilar su proyecto de vida.
En su paso por la FPC, Erika definió que quería estudiar música como carrera profesional, tras graduarse de bachiller el año pasado; pero las limitaciones económicas de sus padres eclipsaban sus anhelos.
Sin embargo, encontró de nuevo en la Fundación Puerto de Cartagena ese apoyo que necesitaba para continuar soñando siendo becada con el 100% de su semestre en el programa de Música de Unibac.
Terminado el 1er semestre y ante los excelentes logros académicos, esta talentosa joven fue becada por el Ministerio de Educación con la beca Generación Equidad.
«Mi formación como músico se dio inicialmente por la Fundación. Mi proceso inició allí y en estos momentos allí me facilitan el instrumento, que en mi carrera de música es fundamental porque yo no contaba con uno. Además, la Fundación me ayudó con la beca ya que no tenía los recursos para pagar mis estudios. Estas son algunas de las muchas cosas que he recibido de la Fundación por lo que estoy muy agradecida», expresó.
Hoy se proyecta como una de las mejores estudiantes y ha sido invitada entre un grupo de 26 jóvenes a participar en el Campamento de Verano de la Escuela de Música de Comfenalco que se realiza durante todo este mes de julio, oportunidad que será aprovechada por esta joven talentosa que sueña con convertirse en una gran saxofonista para dejar en alto el nombre de Cartagena y Colombia, pero sobre todo el de su familia y del barrio que la vio crecer.